Las excavaciones realizadas en el recinto sagrado de Tenochtitlan han permitido recuperar una vasta cantidad de ofrendas depositadas por los mexicas con el propósito de comunicarse con sus dioses. Entre los materiales hallados destacan los artefactos de madera, algunos en excelente estado de conservación, cuyas formas y restos de decoración ofrecen valiosas pistas para profundizar en el pensamiento religioso de los antiguos nahuas.
El estudio de los objetos de madera de tradición mexica había sido, hasta hace poco, un tema difícil de abordar debido a las pocas evidencias disponibles. Este panorama cambió con el hallazgo fortuito del monolito de la diosa Coyolxauhqui en 1978 y la conformación del Proyecto Templo Mayor y del Programa de Arqueología Urbana. Desde entonces, gracias a estas iniciativas arqueológicas se ha recuperado un número considerable de artefactos de madera, tanto utilitarios como votivos.
En un primer grupo, sobresalen elementos constructivos, como pilotes y estacas de cimentación, así como una jamba tallada en madera de pino localizada en la etapa II del Huei Teocalli. Otros hallazgos relevantes son una troje de madera recuperada durante la recimentación de la Catedral y el Sagrario metropolitanos, los restos de un árbol localizado frente al Huei Cuauhxicalco y un bastón plantador hallado durante los trabajos de salvamento arqueológico en el Centro Cultural de España en México.
En contraste, los objetos rituales son más abundantes. Se trata, por lo general, de representaciones miniatura recuperadas como parte de las ofrendas depositadas en el recinto ceremonial de Tenochtitlan. Hasta la fecha, la colección está conformada por 2,600 artefactos –entre piezas completas, semicompletas y fragmentos– que se han preservado gracias al trabajo colectivo. Su existencia ha permitido emprender investigaciones orientadas principalmente al estudio de su materialidad, conservación y simbolismo.
En este artículo se presentan los resultados de una serie de estudios arqueométricos y revisión de fuentes históricas donde se puede concluir que los objetos de madera recuperados en las ofrendas depositadas en el recinto sagrado de Tenochtitlan ofrecen una oportunidad única para aproximarnos al pensamiento religioso mexica. Ahora podemos saber que, desde la selección del árbol hasta el tallado y la decoración de las piezas destinadas a las ofrendas, todo el proceso estuvo orientado hacia un mismo objetivo: incrementar la eficacia del ritual y fortalecer la comunicación con los dioses.
Víctor Cortés Meléndez. Arqueólogo egresado de la ENAH. Maestro y candidato a doctor en antropología por la UNAM. Integrante del Proyecto Templo Mayor.
María Barajas Rocha. Restauradora y maestra en museología por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”. Restauradora perito del Museo del Templo Mayor y colaboradora en el Proyecto Templo Mayor.
Irais Velasco Figueroa. Bióloga egresada de la UAM y maestra en docencia. Profesora de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete”.
Tomado de Víctor Cortés Meléndez et al., “Invocando a los dioses. Los artefactos de madera en las ofrendas del recinto sagrado de Tenochtitlan”, Arqueología Mexicana, núm. 195, pp. 62-71.

