Después de la destrucción del primer mundo, como al final del capítulo próximo pasado hemos referido, ellos cuentan la creación del segundo de esta manera. Luego que las aguas pasaron de sobre la tierra, la cual ellos dicen que no fue destruida, fue nuevamente adornada y llenada de todas las cosas que eran necesarias para el uso del hombre que los dioses crearon después. Esta última creación la atribuyen los mexicanos al dios Tezcatlipoca y a otro llamado Eécatl, es decir “Aire”, los cuales dicen haber hecho el cielo de esta suerte.
Había una diosa llamada Tlaltéotl, que es la misma Tierra, la cual según ellos tenía figura de hombre, [aunque] otros dicen que de mujer, por cuya boca entró el dios Tezcatlipoca, mientras que su compañero Eécatl entró por el ombligo; y ambos se reunieron en el corazón de la diosa, que es el centro de la Tierra.
Y habiéndose reunido formaron el cielo muy pesado, por cuya causa muchos otros dioses vinieron a ayudarlos a levantarlo; y después que fue levantado adonde se encuentra al presente, algunos de ellos se quedaron sosteniéndolo para que no se cayera, lo cual ellos dicen que se hizo el primer día del año.
Mas ellos no saben cuánto [tiempo] hace que esto sucedió; sin embargo, les parece que hace cien ciclos de los que hemos hablado, que suman 10 200 años. El segundo año fueron hechas las estrellas por otros dioses, llamados Citlallatónac y Citlalinicue, su mujer.
La noche también dicen haber sido hecha por otros dioses, llamados Yohualteuctli y Yacahuitztli, su mujer. El dios Tláloc, que es dios de las aguas, hizo en este mismo año el agua y la lluvia; y porque dicen que las nubes salen de los montes, ellos llaman a todos los montes tlatoque, que quiere decir “señores”. Mictlantéotl, que quiere decir “Dios del infierno”, fundó el infierno en el octavo año.
Imagen: Piedra de los Cinco Soles. Comienza en 4 Jaguar y, en sentido contrario a las manecillas del reloj, continúan 4 viento, 4 lluvia de fuego y 4 agua. Al centro nahui ollin o 4 movimiento. Entre todos forman un quincunce. The Art Institute of Chicago, Illinois. Foto The Art Institute of Chicago.
Rafael Tena. Maestro en historia por la Universidad Iberoamericana e investigador de tiempo completo en la Dirección de Etnohistoria del INAH. Su campo de interés académico es la historia, la cultura, la lengua y la literatura de los antiguos nahuas del centro de México.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Tena, Rafael, “Capítulo VII. De la segunda creación del mundo y del hombre, de la tierra, y del vino”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 114, p. 13-15.