Rafael Tena
De un lado estaban los huesos de varón, y de otro los de mujer
Rafael Tena
Entonces fue Quetzalcóhuatl a Mictlan
Rafael Tena
Fueron inundados, y se volvieron peces
Rafael Tena
Los hombre fueron abrasados por el fuego, y se volvieron guajolotes
Rafael Tena
Arrastrados por el viento, se volvieron simios
Rafael Tena
Los hombre fueron devorados por fieras
Rafael Tena
Los chichimecas, a que decimos otomíes
Rafael Tena
En el año de 26 después del diluvio
Rafael Tena
Dieron vida a la tierra, porque murió cuando el cielo cayó
Rafael Tena
Llovió tanta agua y en tanta abundancia que se cayeron los cielos
Rafael Tena
Y porque de este primer sol comienza su cuenta
Rafael Tena
Hicieron de los cabellos de Xochiquétzal a su mujer
Rafael Tena
Tonacateuctli y Tonacacíhuatl estuvieron siempre en el treceno cielo
Rafael Tena
El nacimiento de Tezcatlipoca
Rafael Tena
Nanahuaton se sacrificó con una espina punzándose a menudo
Rafael Tena
La antigüedad de la creación del segundo mundo
Rafael Tena
Sus mayores les dijeron que el mundo había sido destruido una vez
Rafael Tena
Hizo girar el bastón sobre el trozo de madera como [si fuera] un taladro
Rafael Tena
Vivían éstos en tan gran paz y amistad
Enrique Vela
Las narraciones indígenas del México antiguo y contemporáneo