Los nahuas y la creación del mundo

Rafael Tena

Creían los mexicanos y muchos de sus circunvecinos que había 13 cielos: en el primero de los cuales estaba un dios llamado Xiuhteuctli, dios de los años; en el segundo, la diosa de la tierra, Coatlicue; en el tercero, Chalchiuhtlicue, que quiere decir “Casa de una diosa”; en el cuarto, Tonatiuh, que es el sol; en el quinto, cinco dioses, cada uno de distinto color, por cuya causa se les llama tonaleque; en el sexto, Mictlanteuctli, que es dios de los infiernos; en el séptimo, Tonacateuctli y Tonacacíhuatl, dos dioses; en el octavo, Tlalocateuctli, dios de la tierra; en el noveno, Quetzalcoatzin, uno de los principales ídolos, del cual y de los otros hablaremos después; en el deceno, Tezcatlipoca, también ídolo principal; en el onceno, Yohualteuctli, que quiere decir “Dios de la noche” o de la oscuridad; en el doceno, Tlahuizcalpanteuctli, que quiere decir “Dios del alba del día”; en el treceno y último, [el] más alto, había un dios llamado Ometéotl, que quiere decir “Dos dioses”, y una diosa llamada Omecíhuatl, que quiere decir “Dos diosas”.

Además de todos éstos, creían que había muchos otros dioses en cada uno de los cielos. En cuanto a la creación del mundo, como ellos refieren, sus mayores les dijeron que el mundo había sido destruido una vez, y [que] la gente había sido creada de nuevo. Y que en la primera creación los dioses habían creado cuatro soles bajo cuatro figuras, según se muestra en sus libros. El primero de los cuales se llamaba Chalchiuhtonatiuh, que es como “Dios de piedras preciosas”; los que vivieron bajo este sol murieron ahogados, y algunos se convirtieron en peces, y todos vivían de una hierba de río llamada acecentli.

Imagen: En este folio se representan los 13 cielos de la cosmogonía mesoamericana. En la parte superior se ve a Omeyocan u Ometéotl y debajo parte de los 13 cielos. Códice Vaticano A, f. 1v. Digitalización: Raíces.

Rafael Tena. Maestro en historia por la Universidad Iberoamericana e investigador de tiempo completo en la Dirección de Etnohistoria del INAH. Su campo de interés académico es la historia, la cultura, la lengua y la literatura de los antiguos nahuas del centro de México.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Tena, Rafael, “Capítulo VI. De la opinión que tenían de la creación del mundo, y de sus dioses, y de la destrucción del mundo y de los cielos ”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 114, p. 12.