La ciudad de Tenochtitlan fue la sede del imperio más poderoso de su época. Fundada en un islote en el lago de Texcoco, esta ciudad, que creció ganando terreno al lago, llegó a albergar entre 200 000 y 300 000 habitantes y a ocupar un área de entre 12 y 15 km2. Se encontraba dividida en cuatro grandes barrios o calpullis, a su vez formados por otros de menor tamaño. Los mexicas fueron la sociedad más importante de Mesoamérica al momento de la conquista española.
Entre sus esculturas, más emblemáticas destaca la Coatlicue una deidad creadora relacionada con la Tierra, y con aspectos como los orígenes del mundo y la transformación.
Conoce más en el texto de Enrique Vela, “Sala Mexicas”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 123, pp. 39-45.