La cuenta mexica de los años

Rafael Tena

Y porque de este primer sol comienza su cuenta, y las figuras de contar van de este sol en adelante continuadas, dejando atrás los 600 años en cuyo principio nacieron los dioses y el Huitzilopochtli estuvo con huesos y sin carne, como está dicho, diré la manera y orden que tienen en contar de los años, y es ésta.

Dicho está cómo en cada año tienen 360 días y 18 meses, cada mes de 20 días; y cómo consumían los cinco días para que sus fiestas viniesen a ser fijas diremos adelante, en los capítulos que hablarán de las fiestas y celebración de ellas. Pues teniendo el año como está dicho, contaban de cuatro en cuatro, y no tenían en su lenguaje ni en sus pinturas más cuento de hasta cuatro años.

Al primero llaman Técpatl, al cual pintan como piedra o pedernal con que abrían el cuerpo para sacar el corazón. Al segundo Calli, el cual pintan una casa, porque por este nombre llaman casa. Al tercero llaman Tochtli, al cual pintan con una cabeza de conejo, porque

tochtli llaman al conejo. Al cuarto llaman Ácatl, al cual pintan como rosa por agua. Con estos cuatro nombres y figuras cuentan; y cuando llegan a 13, porque torna el año que comenzó y con él hacen 13, tiénenle por grande año, como la indicción o lustro entre los latinos.

Y cuatro veces 13, hechos los cuatro años cuatro veces 13, que eran 52, a éste llamaban “edad”. Y era, cuando se cumplían estos 52 años, de grande solemnidad, y decíanle “el grande año”; y ponían este cuento con los pasados, y comenzaban la cuenta de los cuatro años de nuevo.

Imagen: Portadores de los años. Códice Magliabechiano, ff. 11r (9r), 11v (9v), f. 12r (10r) y 12v (10v). Reprografías: Marco Antonio Pacheco / Raíces.

Rafael Tena. Maestro en historia por la Universidad Iberoamericana e investigador de tiempo completo en la Dirección de Etnohistoria del INAH. Su campo de interés académico es la historia, la cultura, la lengua y la literatura de los antiguos nahuas del centro de México.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Tena, Rafael, “Capítulo IV. De la manera que tienen de contar”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 114, pp. 20-21.