En el área maya se encuentran diferentes áreas naturales, con sus respectivas flora y fauna, así como un sinnúmero de sitios arqueológicos que, si bien comparten muchos rasgos, muestran una notable variedad en distintos aspectos, producto de la extensa temporalidad de su desarrollo. La región se divide en dos áreas: las Tierras Altas (Guatemala y Chiapas), y las Tierras Bajas, que a su vez se subdivide en dos zonas: la del sur, donde hay abundante agua por sus ríos, lagos y lagunas, y la del norte (en la península de Yucatán), con sus cenotes, única fuente de abastecimiento de agua.

El rostro de Pakal, gobernante de Palenque, fue cubierto con esta máscara elaborada con placas de jadeíta y con aplicaciones de concha y obsidiana en los ojos. Para los mayas, la jadeíta representaba los líquidos vitales (como el agua y la sangre) y la regeneración del mundo vegetal. La máscara reproduce fielmente su rostro con la boca abierta, lo que significa que aún está hablando a sus gobernados.

Conoce más en el texto de Enrique Vela, “Sala Maya”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 123, pp. 63-69.