La guayaba y ¿la tostada?

Xavier Lozoya

El oro verde de América

Para los europeos del siglo XV, desembarcar en las costas de América se convirtió primordialmente en un descubrimiento de productos naturales. Actualmente resulta difícil imaginar cómo eran los hábitos alimentarios de los pueblos europeos antes del descubrimiento de América, si tomamos en cuenta que desconocían plantas como la papa, el jitomate, el chile, el cacao, el maíz, el aguacate, la vainilla, el tabaco, el frijol, el cacahuate y las diversas variedades de calabaza y de camote, por citar sólo algunos ejemplos de los productos que todavía hoy se consumen.

El hombre común europeo de nuestro tiempo –y no pocos connacionales– ignoran que algunos productos de la tecnificada dieta de hoy a base de papas fritas, salsa de tomate, palomitas de maíz, chocolate y cacahuates, así como otros de consumo mundialmente expandido, como los cigarrillos, son productos recién llegados a su cultura porque en América habían sido utilizados durante milenios. Por las fuentes bibliográficas sabemos cómo se inició este proceso, ya que éstas nos dan cuenta de la impresión inicial que causó en los europeos el descubrimiento de los vegetales americanos. Durante todo el siglo XVI se escribieron innumerables libros sobre las maravillosas y exóticas cosas del Nuevo Mundo, aunque se sabe poco sobre la forma en que estos productos fueron integrados a la dieta europea.

Por ejemplo, en los escritos de fray Pedro Mártir de Anglería (1451-1526) de la guayaba, se dice lo siguiente:

Hay unas manzanas olorosas, desconocidas por nosotros, de sabor agridulce y muy útiles apropósito para contener las diarreas, no son menores que una naranja o membrillo y las llaman guayabas.

 

Xavier Lozoya. Médico cirujano. Autor de más de l0 libros sobre historia de la herbolaria medicinal mexicana y medicina indígena en general.

Lozoya, Xavier. “El oro verde de América”, Arqueología Mexicana, núm. 6, pp. 6-11.

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