La muerte de Cuauhtémoc

Eduardo Matos Moctezuma

El año de 1525 marca un parteaguas en la historia del joven tlatoani mexica: es el año en que, tras un juicio sumario, se le condena a morir junto con su primo, el señor de Tacuba, por una supuesta conspiración. Esto abre las puertas para tratar de conocer diversos aspectos que podemos enumerar. En primer lugar, los motivos que tuvo el capitán extremeño para llevar al tlatoani a su viaje a Las Hibueras. Segundo: las características de las acusaciones de que fue objeto Cuauhtémoc por parte de quienes lo incriminaban de estar planeando una conspiración para acabar con los españoles. Y tercero: una vez consumada la sentencia, el destino que pudieron tener los despojos del mandatario mexica. Atendamos cada uno de estos enunciados.

El viaje de Cortés a Las Hibueras Lograda la conquista de las dos ciudades mexicas de Tenochtitlan y Tlatelolco, Cortés establece las bases del poder colonial sobre las ruinas de la primera de ellas. Esta determinación tuvo consideraciones de tipo político, como la de ocupar el sitio que para muchos pueblos indígenas representaba la ciudad tenochca, es decir, centro del poder donde se gobernaba y controlaba el extenso territorio del imperio de la Triple Alianza. No olvidemos que, con la conquista militar de las dos ciudades, se consolidaba la primera etapa de la empresa conquistadora, y vendría la segunda, que tendría como objeto expandir el imperio español a toda Mesoamérica y el norte de lo que hoy es México.

Sin embargo, el capitán extremeño no las tenía todas consigo. Viene a cuento recordar la situación que se vivía desde el momento en que Cortés se hace a la mar con once navíos, desobedeciendo las órdenes del gobernador de Cuba, Diego Velázquez. Muchos miembros de su armada no estuvieron de acuerdo con esta determinación y mostraban su enojo en contra de Cortés. El envío de parte de Diego Velázquez de la armada de Pánfilo de Narváez para someterlo, indica que el gobernador de Cuba no cede en su empeño de castigar al sublevado. El triunfo de éste sobre las fuerzas de Narváez va a consolidar al insurrecto, quien busca por medio de sus cartas de relación enterar directamente al rey de España de sus logros militares y políticos en estas tierras.

¿Qué fue lo que motivó la expedición a Las Hibueras? Cortés envía a Cuba a uno de los más destacados capitanes que había demostrado su valía durante la guerra de conquista: Cristóbal de Olid. La razón para ello es que vaya a la isla para buscar apoyos militares con la compra de caballos y otros enseres. Fue una mala decisión de Cortés ya que, al llegar a Cuba, Olid es atraído por el gobernador, quien lo convence de que vaya a las costas de Honduras para dominar la región. Olid ve aquí una oportunidad de lograr su propia conquista y acepta. Así lo relata Bernal Díaz del Castillo:

“Y también le dio relación [al rey de España] cómo había enviado a un capitán que se decía Cristóbal de Olí a poblar unas provincias que se nombran Honduras, y que le dio cinco navíos bien bastecidos e gran copia de soldados e bastimentos y muchos caballos e tiros e escopeteros y ballesteros y todo género de armas, y que gastó muchos millares de pesos de oro en hacer la armada. Y que el Cristóbal de Olí se le alzó con todo ello, y quien le aconsejó que se alzase fue un Diego Velázquez, gobernador de Cuba…”
(Díaz del Castillo, 2014, t. II, p. 826).

Enterado Cortés de la traición de Olid, quien había fundado la villa de El Triunfo de la Cruz en Honduras, envía a Francisco de las Casas para someterlo, pero éste es hecho prisionero. Poco después, De las Casas se las ingenia junto con Gil González de Ávila para atacar a Olid y detenerlo, lo que termina con la decapitación de este último en el poblado de Naco. Estos acontecimientos no habían llegado a oídos de Cortés, quien decide ir personalmente a Las Hibueras o Higüeras en busca de los implicados y porque sabía que aquella provincia era rica en minas de oro.

Eduardo Matos Moctezuma. Maestro en ciencias antropológicas, especializado en arqueología. Fue director del Museo del Templo Mayor, INAH. Miembro de El Colegio Nacional. Profesor emérito del INAH.

Tomado de Eduardo Matos Moctezuma, “La muerte de Cuauhtémoc”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 119, pp. 68-73.