La otra conquista de Tlatelolco

José Antonio López et al.

Tras la caída de Tenochtitlan, el combate entre mexicas y españoles, acompañados de sus aliados indígenas, se traslada a Tlatelolco, altépetl de Cuauhtémoc, hijo del tlatoani Ahuízotl, originario de Tenochtitlan, y de Tiyacapatzin, hija mayor de Moquíhuix, de Tlatelolco (Castañeda, 2013). El asedio a la ciudad continuó hasta la rendición de los tlatelolcas, la tarde del 13 de agosto de 1521, lo que dio paso a una nueva etapa en la historia de la transformación de esta ciudad.

Los resultados de la excavación ofrecen una pequeña visión de las condiciones de vida y muerte de los antiguos mexicanos en aquellos momentos, así como la persistencia de sus ritos frente a la intención evangelizadora de los frailes.

Los últimos días de la conquista militar

Tras la caída de Tenochtitlan, el combate entre mexicas y españoles, acompañados de sus aliados indígenas, se traslada a Tlatelolco, altépetl de Cuauhtémoc, hijo del tlatoani Ahuízotl, originario de Tenochtitlan, y de Tiyacapatzin, hija mayor de Moquíhuix, de Tlatelolco (Castañeda, 2013). El asedio a la ciudad continuó hasta la rendición de los tlatelolcas, la tarde del 13 de agosto de 1521, lo que dio paso a una nueva etapa en la historia de la transformación de esta ciudad.

La isla estaba llena de cadáveres y la pestilencia obligó a Cortés a retirarse a Coyoacán, donde una de las primeras órdenes que recibieron los vencidos fue la de limpiar y sepultar a los muertos, y comenzar así la reconstrucción de la ciudad a su costa, donde vivirían los españoles. Simultáneamente, los castellanos autorizaron el regreso de los indígenas a sus barrios, ubicados fuera de la traza exclusiva para los hispanos; así, los tenochcas y tlatelolcas reconstruyeron sus viviendas y siguieron prestando servicios a los conquistadores. De acuerdo con el Anónimo de Tlatelolco, escrito en 1528: “fue en este tiempo cuando comenzó a regresar acá el pueblo bajo, se vino a establecer en Tlatelolco. Fue en el año 4-conejo”. Y continúa: “Cuando vinimos a establecernos en Tlatelolco, aquí solamente nosotros vivimos. Aún no se venían a instalar nuestros amos los cristianos. Aún nos dejaron en paz, todos se quedaron en Coyoacán”.

Imagen: Sitios tlatelolcas y su localización: a) Sitio de Reforma 23. b) Tecpan de Cuauhtémoc. c) Zona arqueológica de Tlatelolco. d) Colegio de Santiago. e) Iglesia de la Concepción Tequipeuhcan. Localización y señalamientos: José Antonio López, Google Earth 2021®.

 

José Antonio López Palacios. Arqueólogo por la ENAH. Maestro en la ENAH de la materia de restauración y conservación arqueológica. Colaborador en proyectos de la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), INAH.

Aarón Ochoa Vidrio. Arqueólogo por la ENAH. Diplomados en peritaje antropológico, por el INAH, y en análisis geopolítico, por la UNAM. Arqueólogo de la DSA, INAH.

Xantal Rosales García. Arqueóloga por la ENAH. Se desempeña como arqueóloga de la DSA, INAH; especialista en la identificación y análisis de suelos en contextos arqueológicos.

Alberto Freddy Méndez Torres. Arqueólogo por la ENAH. Colabora con la DSA, INAH, en proyectos en el norte y centro de la Ciudad de México.

Citlali Oltehua Garatachea. Arqueóloga por la ENAH. Colabora con la DSA, INAH, en proyectos en el norte y centro de la Ciudad de México.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

José Antonio López et al., “La otra conquista de Tlatelolco. Entre la imposición y la continuidad”, Arqueología Mexicana, núm. 171, pp. 84-89.