La Tierra para los rarámuri es hoy una superficie circular donde la vida es posible entre simas y cumbres; al oriente de la “gran tortilla” se aprecia el movimiento solar ascendente que se asocia con el mundo de arriba o la casa de Onorúame –el que es padre–; el poniente se vincula con el mundo de abajo, el desplazamiento descendente y el lugar del Riablo.
Las columnas en los extremos del mundo comunican a la Tierra con el cielo; las cuevas y los manantiales permiten el acceso a la oscuridad inferior (Bonfiglioli, 2008, p. 47). La tarea de los rarámuri es “pensar bien” (ga´ra nata), caminar y mantener este orden.
La sierra tarahumara y sus habitantes
En la gran Sierra Madre Occidental se localiza la Sierra Tarahumara, una formación montañosa originada durante la era Cenozoica hace aproximadamente 80 millones de años, resultado de movimientos tectónicos y erupciones volcánicas que dejaron en la superficie una capa de rocas sedimentarias y toba blanda.
La Sierra Tarahumara está ubicada al norte de México, en las delimitaciones de los estados de Chihuahua, Sonora, Durango y Sinaloa, la sierra comprende una accidentada topografía con cimas de más de 2 500 msnm y profundas barrancas con climas cálidos, propicios para una vegetación de selva baja caducifolia.
Imagen: Ware, el canasto rarámuri. Izquierda: Tejido de sotol para ware. Retosachi, Chihuahua. Derecha: Remeke o tortillas de maíz en un ware. Abiérachi, Chihuahua. Fotos: Blanca Cárdenas.
Blanca María Cárdenas Carrión. Etnóloga por la ENAH y candidata a doctora en filosofía de la ciencia (comunicación de la ciencia) por la UNAM. Líneas de investigación en museología crítica, historia de la antropología, cultura y alimentación, y culturas de la Sierra Tarahumara. Jefa de la licenciatura en etnología en la ENAH.
Cárdenas Carrión, Blanca María, “La cultura rarámuri y su territorio”, Arqueología Mexicana, núm. 175, pp. 26-32.