La riqueza del patrimonio natural de México se ha reflejado a lo largo de su historia en su producción artística y en distintas manifestaciones culturales. Nuestra diversidad de flora incluye aproximadamente 2 400 géneros y más de 22 000 especies. El gran conocimiento botánico que poseían las culturas prehispánicas y la importancia que tenían las flores en la vida cotidiana se traduce en su constante presencia en la pintura, la escultura y la arquitectura.
En los murales del Convento Agustino de la Transfiguración, en Malinalco, estado de México, se encuentra una de las muestras más significativas de esta relación prehispánica entre la flora y el arte. Los muros de este recinto, fundado en 1540 como Monasterio San Cristóbal, están recubiertos de motivos florales, pintados al fresco, que destacan por la exquisitez de sus trazos y por su evidente riqueza estética.
White Olascoaga, Laura, Carmen Zepeda Gómez, “Las flores en el arte indígena conventual: Malinalco ”, Arqueología Mexicana núm. 78, pp. 58-59.
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