Moctezuma Ilhuicamina, “El que se muestra enojado, el que flecha al cielo” (1440-1469)

También conocido como Moctezuma el Viejo o Moctezuma I. El significado del primero de sus nombres, propiamente Motecuhzoma, aún es incierto. Entre las posibilidades que han sugerido varios autores se encuentran: “señor que se enoja”, “el que se enoja señorialmente” o “el que se pone sañudo o ceñudo”. El glifo para este nombre es un tocado real y con él se le identifica en algunas representaciones. Ilhuicamina significa “el flechador del cielo”, cuyo glifo, con el que se le identifica en varios códices, está formado por una representación del cielo con una flecha incrustada. Nacido en la década de 1390, fue hijo de Huitzilíhuitl, segundo tlatoani mexica, y de una hija del señor de Cuauhnáhuac. Tuvo como hermanos a Chimalpopoca, el tercer tlatoani, y a Tlacaélel. Aunque sólo tuvo dos hijos, tres de sus nietos: Axayácatl, Tízoc y Ahuítzotl, gobernaron Tenochtitlan.

 

El tlatoani que más tiempo duró en el cargo, casi 30 años, fue Moctezuma I. Estableció las bases para el despegue definitivo y consolidación de Tenochtitlan como el poder hegemónico de Mesoamérica. Con innegable astucia militar, llevó a los ejércitos mexicas más allá del Altiplano Central y obtuvo para su pueblo una extraordinaria fuente de productos de toda clase, sobre los que se sustentó el esplendor de Tenochtitlan.

Al momento de acceder al trono, Moctezuma I contaba con más de 40 años y para entonces había desarrollado una notable carrera militar. Había llegado a ser tlacochcálcatl  en el gobierno de Itzcóatl, puesto desde el que desempeñó un papel determinante en las victorias militares que desembocaron en el surgimiento del imperio mexica. Esto sin duda fue un factor decisivo en su elección, pues se requería de alguien capaz de mantener el control sobre los pueblos conquistados y, sobre todo, extender los dominios.

No hay duda de que Moctezuma I cumplió la encomienda cabalmente. Durante su largo reinado el territorio controlado por la Triple Alianza aumentó notablemente y alcanzó regiones lejanas como la zona huasteca y Oaxaca, con el consecuente aumento en la cantidad y en la variedad de los tributos recibidos. Logró además el control absoluto de la Cuenca de México, tras derrotar a Chalco, con el que mantuvo una prolongada guerra.

Con Moctezuma I aparecen algunos rasgos en cuanto a la relación con sus vasallos y enemigos, que caracterizarían la política de los tiempos por venir. Por ejemplo, una de sus primeras acciones fue convocar a los pueblos dominados a colaborar en las obras de ampliación del Templo Mayor, una empresa fundamental en la demostración de la grandeza de México-Tenochtitlan; aquellos que se negaron, como Chalco, tuvieron que enfrentar los ataques del ejército mexica. La organización militar y la manera misma de enfrentar las batallas sufrieron también cambios, necesarios ante la magnitud de la empresa de conquista prácticamente permanente. Moctezuma estableció las bases para la profesionalización de su ejército al crear un tepochcalli  en cada calpulli , lo que aumentó significativamente la cantidad disponible de guerreros bien entrenados. Además, se establecieron diversas reglas respecto a la jerarquía militar y la posición social, que hablan de la creciente complejidad de la sociedad mexica. El uso de uniformes, insignias y símbolos de rango estaba estrictamente reglamentado; sólo el rey podía usar diadema de oro (aunque en campaña se les permitía llevarla a señores y capitanes en tanto que fungían como sus representantes), y en la ciudad sólo los nobles y los guerreros distinguidos podían llevar sandalias y portar orejeras, bezotes y narigueras de oro.

Durante el reinado de Moctezuma I ocurrieron una serie de calamidades que pusieron a prueba la capacidad del gobierno mexica para asegurar la sobrevivencia de la población de su capital. En 1450 la ciudad sufrió una inundación que provocó grandes daños, y a raíz de ello Moctezuma solicitó ayuda para construir un dique –que medía casi 15 km– a Nezahuacóyotl, señor de Tetzcoco, quien también asesoró la construcción del acueducto que alimentaba a la ciudad desde los manantiales de Chapultépec. A finales del mismo año hubo heladas que, seguidas de una intensa sequía que duró varios años, destruyeron los cultivos y provocaron una tremenda hambruna; Moctezuma ordenó que las reservas de grano reales se distribuyeran entre la población.

Tomado de Enrique Vela, Arqueología Mexicana, Especial 40,  Los tlatoanis mexicas. La construcción de un imperio.