Noche “de aire y de granizo”

“La del 30 de junio y 1 de julio de 1520”

Salvador Rueda Smithers

El sitio era tan estrecho, afirmó Durán, “que aun un páxaro no podía entrar sin ser visto”. El desgaste físico llegó al extremo. También el desprendimiento de la vida. Pelearon con todo lo que tenían; mataron y murieron. Dos grupos guerreros, que sumaban miles en ambos bandos, se enfrentaron sin dar tregua. Unos, los hombres del hierro y caballos se retiraban con botín de oro y joyas, “vacíos de armas y cargados de oro”, escribió fray Diego Durán; los mexicas, quizás, buscaban vindicar al gobernante, a los sacerdotes muertos por Pedro de Alvarado en el Templo Mayor (“sin duelo ni piedad cristiana los acuchilló y mató”)10 y el orgullo quebrantado. La del 30 de junio y 1º de julio de 1520 fue noche cerrada, tormentosa, de tempestad, “de aire y de granizo”, apuntó Durán; de niebla y llovizna poco antes de la media noche, recordó Bernal Díaz.

Imagen: “Peleando de noche los españoles con los mexicanos en la calzada de la laguna, de donde salen con mucha dificultad y pérdida” (detalle). Grabado de José Antonio Ximeno en la Historia de la conquista de México de Antonio de Solís (1784), t. II, p. 176. Digitalización: Raíces.

 

Salvador Rueda Smithers. Historiador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Director del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec.

Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:

Rueda Smithers, Salvador, “El árbol de la derrota”, Arqueología Mexicana, núm. 163, pp. 72-83.