Página 61 (Escriba 3). Números de serpiente y almanaques de 7 x 260; tabla de las estaciones

Erik Velásquez García

Gracias a las investigaciones de Carl D' Callaway (2009; 2011) hoy podemos comprender un poco mejor estos textos crípticos, donde se entretejen diversos recursos poéticos y capas de significado. La fecha era o de creación del mundo es 4 ajaw 8 bixo'hl en la lengua original cholana de las inscripciones, o 4ajaw 8 kumk'u' <4 ahau 8 cumku> en maya yucateco (3114 a.C.). Ya Thompson (1972) se percató de que las partes de este texto que están escritas antes de la fecha era relatan acontecimientos pertenecientes a los tiempos arcanos anteriores a la creación del mundo, entre ellos la formación de los grandes ciclos temporales conocidos como piktuun (2 880 000 días), baak' tuun (144 000 días) k'atuun (7 200 días) y ha'ab (360 días), concebidos al parecer como dioses, pues eran seres dotados de animación, voluntad, conciencia, conocimiento y razón. Junto con ellos, otras deidades también fueron creadas, entre ellas los ‘dioses trillizos’, el dios N -que aquí parece llamarse Itzam Uch(?), 'Saurio Zarigüeya(?)'-, así como Waklajun Yo...k'in, 'Dieciséis atardeceres, quienes posiblemente también ayudaron en la organización de la cuenta del tiempo.

Es importante indicar que el verbo usado para “crear” estos dioses-ciclos es pat, 'formar' o construir" mismo que -como señaló Callaway- se utiliza para aludir a la edificación de casas, templos y otros monumentos de piedra, pues este último material era símbolo también del espacio, de la estabilidad y permanencia. Otro punto a destacar es que en estos pasajes los ciclos temporales entran (och), escapan o salen (lok’) del interior acuático del inframundo, sueño o ámbito mítico anterior a la fecha era, situación que -creo yo- es la que se da a entender por medio del cuerpo sinuoso de las serpientes que aparecen en las escenas de estas páginas, representando la ondulación que se produce al hundirse y emerger del agua. Callaway piensa que la diada de ‘entrar’ (och) y ‘salir’ (lok’) significan, respectivamente, también sustracción y adición, evocando las complejas cuentas calendáricas contenidas aquí, que enlazan el presente de los escribas del códice de los arcanos mitos pre-cosmogónicos.

Veinte días antes de la fecha era <4 ahau 8 cumku>, en <12 oc> (19 de agosto de 3114 a. C., juliano, o 24 de julio de 3114 a.C., gregoriano), inicia la cuenta regresiva final que anuncia la creación, pues fue creado el winal, winik o 'veintena', símbolo de la conciencia humana (winik ). La frase que se refiere a esto dice: pahtaj ajwinik bolonlajun ajmih k'in 4 ajaw 8 bixo'hl, 'el del veinte fue formado, 19 [y] 0 días [para ]4 ajaw 8 kumk 'u •, mito que también se encuentra en el texto colonial del Chilam Balam de Chumayel según notaron Gordon Brotherson (1992) y el mismo Callaway (2009; 2011).

Las formaciones (pat), entradas ( och) y salidas ( lok} de los periodos no acabaron luego de la fecha era, ya que después de <4 ahau 8 cumku> estas acciones prosiguieron en un lugar mítico conocido como Bolonlajun Ochha', 'Diecinueve Entradas en el Agua', que en páginas posteriores del códice (33b-35b) se representa como un sitio o piscina sumergido, envuelto por una serpiente y donde se sienta el dios de la lluvia. Al final se dice que la fecha base de la tabla: <9 kan 12 kayab> entró a la montaña(?), en el agua, posible alusión a su muerte.

El texto con fondo azul se ubica en el nivel mítico, acuoso y anterior a la creación por más de 34 mil años. La lectura de este es la siguiente: .. . ka'an tolok(?). Wa'laj hiin chi'iba[l} 9 o'hl12 k'anaw, pero su traducción aún está lejos de nuestra comprensión: ' .. . cielo iguana con cresta ... ella es el dolor quien se puso de pie' [en]9 k 'an 12 k'ayab'. Bajo el mismo encontramos una imagen arrodillada del dios de la lluvia, Chaak, quien emerge de las fauces de un gran ofidio sinuoso al tiempo que posiblemente porta un cuchillo excéntrico. Los números rojos y negros ubicados en los meandros del cuerpo ondulante de la serpiente son intervalos o números de distancia que arrancan desde la fecha mítica <9kan 12 kayab>, ubicada más de 34 mil años antes de la fecha era. De este modo la cifra negra 4.6.0.13.15.1 conduce a una nueva fecha base <3 chicchan 18 xul>, 23 de mayo de 779 d.C., que se encuentra escrita debajo del reptil: 3 chan 18 chi'ikin k 'uh[ul} ooknal(?), '[en] 3 chikchan 18 xul es la puesta(?) sagrada'. Por su parte, el número de distancia rojo 4.6.14.11.3.1 nos lleva a la fecha <3 chicchan 13 pax>, 27 de septiembre de 1052, que también está escrita debajo del cuerpo de la víbora: 3 chan 13 pax Ixik oak, '[en] 3 chikchan 13 paax son los pies de la Señora'.

Había otro texto de ocho bloques jeroglíficos en la esquina superior derecha de la página, pero ya nada se conserva. Debajo del mismo hallamos un conejo que, según Thompson, lleva un tocado de Baah Kab o Ba'kaab Zarigüeya, lo que recuerda que en el texto principal se menciona la formación del dios Itzam Uch(?), 'Saurio Zarigüeya. El conejo para los mayas era símbolo de escasez, hambre o lluvias escasas, y en esta escena emerge de las fauces de la sierpe. Los números de distancia ubicados en los meandros del cuerpo del segundo ofidio contienen muchos errores o inconsistencias, que creo son el resultado de que este códice es el producto final de diversas copias y correcciones anteriores, todas ocurridas en tiempos prehispánicos. Por ello los estudiosos han tenido que proponer ajustes. Por ejemplo, Thompson (1972) sugiere que la cifra negra original debió ser 4.6.10.9.10.1, que contada desde la fecha arcana <9kan12 kayab> conduce a la fecha <3 chicchan13 yaxkin >, 19 de abril de 972, que se encuentra escrita debajo como 3 chan 13 yahxk'in U' Ixik oak, '[en]3 chikchan 13 ydaxk'iin son los pies de la Señora de la Luna. Mientras que el número rojo debe ser 4.6.1.11.5.0, que nos lleva a la fecha <3 kan 12 yaax>, 31 de julio de 796, escrita debajo del reptil como sigue: 3 o'hll2 ya'axsijo'mlxik ook, '[en]3 k'an 12 ya'ax son los pies de Ia Senora'.

 

Velásquez García, Erik, “Página 61 (Escriba 3). Números de serpiente y almanaques de 7 x 260; tabla de las estaciones”, Arqueología Mexicana; Especial 72, pp. 8-9.