Piratas en la región del Cabo

Fermín Reygadas Dahl

En el último cuarto del siglo XVI del Océano Pacífico estaban bajo el dominio del imperio español y eran un punto clave en el comercio de este imperio con el Oriente. Desde 1565, los galeones de Manila realizaban viajes entre Acapulco y Filipinas; la primera parte de la travesía duraba tres meses, aproximadamente; la segunda, es decir, la “tornavuelta”, unos siete meses. El retorno era muy largo, lento y, desde luego, riesgoso, pues los galeones regresaban cargados hasta con 700 toneladas de mercancías, entre ellas: oro, marfil, zafiro, rubí, ámbar, sedas, brocados de oro, y plata, lacas, perfumes, especias, muy codiciadas por  los piratas que atacaban las naves.

 Los galeones que partían de Filipinas iban hacia el noreste y se veían favorecidos por la llamada corriente del Kurosivo. Cruzaban el océano Pacífico hasta llegar a la costa de California, a la altura del actual puerto de San Francisco; luego iban hacia el sur, por el litoral, y con ayuda de la corriente de California arribaban, finalmente, al puerto de Acapulco.


La presencia de corsarios en las costas de la península no sólo puso en peligro la ruta comercial de España con Oriente, como lo muestra la captura de la nao de China o galeón de Manila, sino que también cambió el devenir de la península. Entre los piratas más famosos estaban Sir Francis Drake -con su nave Desire y conocido como el Príncipe de los Bucaneros- y, en particular, el almirante Thomas Cavendish, que en 1587 arribó en su nave llamada Content al extremo sur de California, hoy Cabo San Lucas.

Durante siglos, la población indígena se había mantenido aislada, sin con tacto con otros grupos lo cual cambió con la llegada tanto de naves a partir de 1533, como con el arribo de piratas, quienes, a partir de 1587, utilizaban las costas meridionales de California para esconderse mientras esperaban el paso de galeón de Manila. Por ejemplo, en una ocasión Cavendish y sus corsarios permanecieron un mes en dicha zona y después de aguardar pacientemente capturaron y saquearon el galeón Santa Ana; una vez que cargaron sus barcos con el botín, los piratas abandonaron en tierra a los cerca de 200 pasajeros que sobrevivieron a la trifulca, luego incendiaron la nao y finalmente regresaron a Inglaterra por el oeste.

 

Fermín Reygadas Dahl. Arqueólogo por la ENAH. Profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.

 

Reygadas Dahl, Fermín, “Piratas en la región del Cabo”, Arqueología Mexicana núm. 62, pp. 68-69.

 

Texto completo en la edición impresa. Si desea adquirir un ejemplar:

http://raices.com.mx/tienda/revistas-la-peninsula-de-baja-california-AM062