Patrick Johansson K.
Desde tiempos anteriores a la conquista hasta nuestros días, la lengua náhuatl ha mantenido una extraordinaria vigencia, por lo que se consevan una infinidad de testimonios manuscritos de distintas épocas y de diversa índole con gran valor historiográfico o literario.
Innumerables son los testimonios históricos y literarios en náhuatl que se conservan en bibliotecas públicas y privadas, así como en archivos de México y de otras naciones. Revelan, con su voz, en su lengua y desde una perspectiva propia, la visión que los indígenas tuvieron de su cultura, de los hechos que presenciaron y en los que se vieron implicados a lo largo de la historia.
Optamos, en este artículo necesariamente lacónico, por considerar en términos generales el valor específico del testimonio en náhuatl, la tipología de los documentos, el carácter genérico de los textos contenidos, citando tan sólo como ejemplos algunos de los documentos más importantes, relativos a la cultura náhuatl prehispánica.
Una profusión de documentos en náhuatl
Para generar una impresión más que dar una idea de la abundancia exuberante de los testimonios en náhuatl, citemos de manera retóricamente acumulativa algunos de los documentos: los testimonios indígenas recopilados por Sahagún en Tepepulco, Tlatelolco y México, la transcripción de hechos históricos o míticos a partir de testimonios orales o de libros pictográficos, la relación del encuentro entre frailes franciscanos y sabios indígenas, los cantares, la traducción al náhuatl de textos cristianos y más generalmente de inspiración occidental como son las doctrinas, los sermones, los catecismos, el teatro evangelizador, los documentos guadalupanos, las fábulas de Esopo, las gramáticas y “Artes de la lengua” elaboradas por los frailes desde los primeros años de la Colonia, así como el Vocabulario en lengua Castellana y Mexicana, y Mexicana y Castellana realizado por Alonso de Molina, entre otros textos que conciernen al indígena, a su lengua y a su cultura.
Bajo el régimen colonial proliferaron testamentos, actas notariales de todo tipo, testimonios correspondientes a juicios de inquisición, pleitos de tierras, cartas dirigidas a autoridades peninsulares o virreinales, etcétera. En un contexto novohispano es preciso evocar las composiciones en náhuatl de autores no indígenas, como el Tocotín de Sor Juana Inés de la Cruz. Se conservan también las traducciones de textos oficiales o de proclamaciones ideológicas como la Constitución de 1857, las traducciones al náhuatl de las ordenanzas de Maximiliano, los manifiestos en náhuatl de Emiliano Zapata. Abundan, por fin, en nuestros días las transcripciones de textos orales realizadas por antropólogos, etnólogos o los mismos indígenas, y textos literarios escritos por autores indígenas contemporáneos. En esta profusión documental, debemos establecer unas primeras distinciones que atañen al tenor de lo conservado en esta lengua y a su valor histórico o literario.
Johansson K., Patrick, “Testimonios históricos y literarios en náhuatl”, Arqueología Mexicana núm. 109, pp. 45-52.
• Patrick Johansson K. Doctor en letras por la Universidad de París (Sorbona). Investigador del Instituto de Investigaciones Históricas y profesor de literatura náhuatl en la Facultad de Filosofía y Letras, ambos en la UNAM.
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