Dos de las propiedades físicas del oro, las que permiten su transformación en hilos delgados y en láminas finas, fueron empleadas por los orfebres prehispánicos en la hechura de este pectoral. En medio de la representación de un disco solar está una deidad de vientre prominente y brazos y piernas delgados, en los que lleva ajorcas. Los dos rectángulos que se ven abajo son parte del glifo que significaba “joya de oro”. Zaachila, Oaxaca. MNA.
Tomado de Jaime Torres Trejo, “Explotación del oro en placeres, vetas y rocas”, Arqueología Mexicana núm. 144, pp. 19-23.
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