El simbolismo del oro derivaba de su color amarillo y brillo metálico, características que lo vinculaban al Sol. Era el opuesto-complementario de las piedras y plumas verdes, relacionadas con la temporada de lluvias y la fertilidad agrícola. Los artefactos de oro y piedra verde formaron parte de ofrendas votivas y atavíos de dioses y sacerdotes. a) Hilos con cuentas de oro, cristal de roca, turquesas, jade y cascabeles de oro. Tumba 7, Monte Albán, Oaxaca. b) Discos de oro y cuentas de jade brotan de una abertura del tronco del árbol sagrado de Tamoanchan. Códice Borgia, f. 66.

Tomado de Óscar Moisés Torres Montúfar, “Cualidades, valor e importancia de un metal precioso”, Arqueología Mexicana núm. 144, pp. 14-18.

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