Epopeya del pueblo mexicano

Enrique Vela

Para el muro lateral de la derecha, mirando frente a la escalera: México Antiguo. En el centro de la arcada, el sol, contra la clave del arco. Quetzalcóatl viene del sol a la tierra, llega y es recibido por los sacerdotes toltecas. Quetzalcóatl en medio del pueblo Tolteca enseña y se desarrolla la civilización: el escultor, el pintor, los escritores, los botánicos y los campesinos cultivando la tierra. Es decir, las artes y las industrias. Quetzalcóatl se va, arrojándose a la guerra de la cumbre del Citlaltépetl, convirtiéndose en una estrella. Los sacerdotes se ensoberbecen y forma casta opresora, exigen tributos pesados del pueblo, no oyen sus demandas, sobreviene el levantamiento del pueblo, que destruye a los malos sacerdotes del sol. La degeneración del culto llega en su involución al sacrificio humano.

Muro lateral del sostén de la escalera: Abajo, muros debajo de los tramos laterales de la escalera, al nivel del suelo. Desembarcación de Cortés en Veracruz. Malintzin indica a los conquistadores la ruta a México. Muro de la derecha: Pacto de Cortés con Xicoténcatl. Aprovisionamiento de los españoles. Alianza de los tlaxcaltecas. Gran muro central: en la parte baja, al centro e inmediatamente después del acceso de la escalera sobre el descanso central, los jinetes españoles combaten con los guerreros mexicanos, a la altura de los descansos laterales, arcabuseros castellanos tiran sobre los mexicanos que defienden Tenochtitlan, indicada por la piedra votiva recién encontrada en el palacio nacional representativa de su templo mayor con el sol sobre él. A sus lados, emergen dos enarboladuras de bergantina indicando la situación de la escena.

En el eje, sobre el templo mayor, el águila que es el centro de toda la composición. Inmediatamente debajo de ella domina los grupos de combatientes la figura de Cuauhtémoc que dirige la defensa. Lateralmente suben en declive correspondiente al ascenso de la escalera, y hacia el eje, dos rampas, al arranque de estas y a la derecha, Cortés hace destruir el templo y la ciudad de México por los vencidos esclavizados. A la izquierda Cortés tomándole la mano a Malintzin y sus dos hijos, ordena la reconstrucción de la ciudad.

Diego Rivera en Rodríguez Mortellaro, 2004, pp. 189-190

 

“Epopeya del pueblo mexicano”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 47, pp. 24-31.