Ídolos en los murales
Las representaciones de la antigüedad mesoamericana y sus vestigios no era cosa nueva al iniciarse el siglo XX. Bastaría recordar los cuadros de José María Velasco, Daniel del Valle y José Obregón; lo nuevo en el tríptico de Herrán fue que la figura de Coatlicue apareció como reivindicación cultural, y como parte de una tesis sobre el sentido de la historia de México.
Este último se encontraba en la contraposición y mezcla entre culturas provocada por la conquista; o por lo menos así lo veían los intelectuales y artistas desde la segunda década del siglo XX. Son muchas las obras que incluyen monumentos, edificios y artefactos precolombinos en su composición a lo largo del siglo XX, pero su incorporación fue menos contundente de lo que hoy podría haberse anticipado por la audaz composición de Herrán.
En 1924, Siqueiros incluye unos caracoles en el tablero Los elementos, en la Escuela Nacional Preparatoria. Aunque se trata de una alegoría apegada a los cánones del “nuevo clasicismo” europeo, el testimonio de su esposa, Graciela Amador, asegura que el pintor se inspiró en los caracoles embebidos en el friso del Templo de Quetzalcóatl de la Ciudadela, en Teotihuacan.
Comparado con lo que vino después, parece poco. La década de 1920 no fue propicia para la reconstrucción arqueológica. Aunque aparecen algunas figuras inspiradas en los monumentos antiguos, o bien en los códices, las principales corrientes de la pintura mexicana no abordarían sistemáticamente el mundo precolombino hasta el final de la década. Es cierto que Siqueiros había publicado un manifiesto en Barcelona, en 1921, llamando a los pintores del continente americano a acercarse a “los antiguos pobladores de nuestros valles, los pintores y escultores indios” (Tibol, 1996, p. 19).
Imagen: David Alfaro Siqueiros, Los elementos, 1923-1924. Antiguo Colegio de San Ildefonso, UNAM. Foto: Archivo Fotográfico Manuel Toussaint / Instituto de Investigaciones Estéticas.
Renato González Mello. Doctor en historia del arte por la UNAM. Curador del Museo Carrillo Gil (1989-1992), Investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
González Mello, Renato, “Ídolos en los murales”, Arqueología Mexicana, Edición especial, núm. 105, pp. 13-39.