Vida palaciega de las mujeres de la realeza

Dossier

Por: Traci Ardren

La vida cotidiana de las mujeres de la realeza se centraba en los palacios, localizados en el corazón de las ciudades. Estas mujeres, la reina incluida, pasaban sus días hilando finos textiles, supervisando a artesanas y organizando festejos para los visitantes distinguidos. La reina y su corte fueron piezas clave de las relaciones diplomáticas del Clásico maya.

La vida de las mujeres de la realeza maya estuvo llena de placeres y responsabilidades familiares, domésticas y de carácter espiritual. Si bien eran los sirvientes y miembros de la corte quienes contribuían con su trabajo al funcionamiento cotidiano del palacio, las mujeres de la elite tenían como tarea la supervisión de las actividades domésticas, además de sus obligaciones diplomáticas y religiosas.

Las mujeres de la realeza seguramente se levantaban de sus lechos rellenos de algodón o de pochote, en un cuarto protegido con cortinajes de finos textiles e iluminado por antorchas. Sus cuartos y el palacio eran custodiados por guardias. La reina y otras mujeres de alto rango tal vez habían pasado la noche en una batalla espiritual, para proteger a su dinastía transformándose en sus waay o espíritu animal acompañante y luchar con los waay de linajes rivales. Los miembros más viejos y poderosos de la corte tenían los waay más poderosos y se esperaba que se aliaran con los ancestros dinásticos y deidades patronas para proteger el linaje mientras el resto de la población dormía.

En la portada de este artículo vemos un extracto de la imagen en una vasija maya. Un gobernante y su esposa recibiendo una comitiva real. Foto: Justin Kerr (K4030), Harvard Library, Dumbarton Oaks Research Library and Collection, Trustees for Harvard University (CC BY-SA 4.0)

Extracto tomado del artículo: Traci Ardren (2025) Vida palaciega de las mujeres de la realeza, Arqueología mexicana, edición regular 192, pp. 66-71.