En la hoy conocida como Pirámide de Tenayuca (al norte de la Ciudad de México, en el municipio de Tlalnepantla) se pueden observar tres pequeños altares o adoratorios construidos cerca de los costados norte y sur de la plataforma que alberga a la pirámide. En la parte posterior de dos de estos altares se encuentran dos enormes serpientes hechas de piedra y lodo recubiertas de argamasa. Si bien los cuerpos ya no conservan el recubrimiento ni la pintura que los decoraba, aún se observan las cabezas que fueron delicadamente talladas en un solo bloque de piedra.
Estas serpientes fueron identificadas por Alfonso Caso como xiuhcóatl (xiuhcocohua, en plural) pues de acuerdo con este autor: “Se trata de la serpiente azul o serpiente de fuego… que es el nahualli o disfraz de varios dioses, pero principalmente de Xiuhtecuhtli, Huitzilopochtli y Tezcatlipoca”. El elemento que le permitió a Caso reconocer a las sierpes como xiuhcóatl es un tipo de “cuerno” (así lo llama) que tienen ambas esculturas sobre la nariz y cuya curvatura está bordeada de puntos salientes que representan estrellas.
Según la opinión de diversos autores, la xiuhcóatl está relacionada con el culto solar, pues, aparentemente, tenía la función de cargar al Sol en su tránsito diurno por el firmamento. Esther Pasztory señala que la serpiente de fuego simboliza los rayos quemantes del Sol y que podría representar el aspecto destructivo del fuego solar durante la estación de secas. Graulich, Matos Moctezuma y Solís destacan el aspecto nocturno de las xiuhcocohua representadas en la Piedra del Sol, pues podrían relacionarse con el cielo nocturno que devora al Sol descendente. Guilhem Olivier comenta la asociación que existe entre los bultos sagrados, un ornamento de papel doblado, la serpiente de fuego, flechas y los instrumentos empleados para producir el fuego durante las ceremonias relacionadas con este importante evento.
Tomado de Manuel A. Hermann Lejarazu, "Xiuhcóatl-nahualli en los adoratorios de Tenayuca", Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 121, pp. 62-65.