La percepción de los colores es una capacidad fisiológica, la manera en que se les atribuyen significados específicos es un hecho cultural. Detrás del uso de un color concreto por un grupo humano se encuentran complejos simbólicos. Se encuentran también saberes acumulados –las más de las veces a lo largo de milenios– sobre los procedimientos idóneos para tomar prestado de la naturaleza un color, para matizarlo y para plasmarlo en toda suerte de soportes. El de la Mesoamérica prehispánica era un mundo pleno de colorido: edificios, vestidos, murales, cerámicas, esculturas, códices y el mismo cuerpo humano ostentaban vivas combinaciones que eran parte de un amplio sistema de comunicación social, que reflejaba las concepciones prevalentes sobre el mundo.
CONTENIDO
Textos e iconografía: Enrique Vela. Nuestra portada, p. 8. Presentación, p. 10. El color en Mesoamérica, p. 14. Terminología nahua del color, p. 14. Los colores y las direcciones del mundo, p. 16. El rojo, p. 20. Hematita, p. 46. Cinabrio, p. 56. Grana cochinilla, p. 60.