Los yoremem (mayos) y los yoemem (yaquis) son grupos hablantes del idioma cahíta de la gran familia yutoaztecana, y en el siglo XVI dominaban la planicie costera del norte de Sinaloa y sur de Sonora. Los españoles distinguieron una docena de pueblos diferentes, como sinaloas, tehuecos, ocoronis, zuaques, ahomes, guasaves, mayos y yaquis, entre otros. En los siglos siguientes al dominio español, únicamente se reconocieron los dos grupos generales antes mencionados. Los grupos cahítas tienen profundas raíces en la región del norte de Sinaloa y sur de Sonora. No fueron bárbaros ni salvajes, según lo refirió el jesuita Pérez de Ribas; y los elaborados sitios de petrograbados que Buelna atribuyó a los aztecas durante su peregrinación a la Cuenca de México, en realidad forman parte del sofisticado sistema religioso prehispánico yoreme. Los petrograbados fueron elaborados por los nativos y manifiestan la importancia que han tenido los grandes ríos en su valorización cultural del espacio; además funcionaron como centros ceremoniales dentro de su complejo sistema religioso. Los yoremes fueron despojados de su historia por los absurdos argumentos de la peregrinación de los aztecas y por modelos arqueológicos que catalogaron a los cahítas como grupos de reciente arribo a la región. Ha llegado el momento de reconocer su larguísima historia y herencia cultural en el noroeste mexicano.
En este número se aborda la cultura e historia de yaquis y mayos, y se habla de temas como: los centros ceremoniales del norte Sinaloa; los mundos floridos de los yoemes; su presencia en los valles y los montes que rodean los ríos Yaqui, Mayo, Fuerte y Sinaloa en el Noroeste de México; la Semana Santa en el centro ceremonial de Tehueco; los rituales alrededor de la celebración del pajko; y San Juan Bautista entre los yaquis de Sonora.
CONTENIDO
Semblanza. Francisco González Hermosillo Adams (1953-2023), Carlos Roberto Cruz Gómez, p. 11. Reseñas, Editorial, p. 11. Los quinametin, Xavier Noguez, pp. 12-15. El resurgimiento del Templo Mayor. Los proyectos arqueológicos en la pirámide principal de Tenochtitlan, Michelle de Anda Rogel, Leonardo López Luján, Saburo Sugiyama, pp. 16-23. La arqueología cahíta: Yoreme y Yoeme, John Carpenter, Guadalupe Sánchez, pp. 24-28. Centros ceremoniales monteses en el norte de Sinaloa. Arqueología y etnohistoria, Luis Alfonso Grave Tirado, pp. 29-33. “Nuestros pequeños raspadores floridos”. Los raspadores musicales dentados y la materialización del Sea ánia (mundo flor) Yoeme, Michael D. Mathiowetz , pp. 34-42. Los Yoemem y los Yoremem. Historias profundas de territorio e identidad, Cynthia Radding, pp. 43-45. Los judíos contra las cruces. Un sistema segmentario de grupos rituales entre los mayos de Tehueco, Jesús Jaúregui, Héctor Parra, Alberto Durán, pp. 46-53. El camino sagrado del sol. El Pajko y los ejércitos rituales en el río Mayo, Fidel Camacho, pp. 54-60. Tonalidad ritual en el Pajko de los mayos de Sonora, Guillermo Mora Reguera, pp. 61-64. La doble imagen de San Juan Bautista, entre los yaquis de Sonora, Diego Ballesteros Rosales, pp. 65-69. Las montañas sagradas de Teotihuacan, Rubén B. Morante López, pp. 70-77. Los hermanos gemelos Sol y Luna entre los chatinos de Oaxaca, Alicia M. Barabas, pp. 78-79. Chimalcóatl, Citlalcóatl y otras serpientes de agüeros, Manuel A. Hermann Lejarazu, pp. 80-81. El Xitle: de volcán a Dios, Eduardo Matos Moctezuma, pp. 82-83. El Monumento 9 de Chalcatzingo o Portal al inframundo, Mario Córdova Tello, Carolina Meza Rodríguez, pp. 84-90. Infografía. Hallazgo. Vasija Paaktzatz, INAH, pp. 90-91