Se trata de la planta cultivada más antigua de México, las primeras evidencias datan de hace unos 10,000 años. En estos tiempos la calabaza es uno de los componentes destacados de la gastronomía mexicana y de las de otros lares, y es uno de los productos de los que se consumen todas sus partes: pulpa, semillas tallos y flores. La calabacita se puede comer cruda en ensalada o preparada de varias formas y acompañada con ingredientes como cerdo, res, pollo, granos de elote, flores de calabaza, epazote, jitomate, crema, rajas de chiles poblanos. Cuando está madura, la pulpa se prepara como dulce. Las pepitas se pueden comer tostadas o molerse para elaborar pastas que se combinan con otros ingredientes para cocinar platillos como el mole verde o el pipián. Las flores y los tallos jóvenes se usan para sopas y ensaladas.
Tomado de Enrique Vela, “Calabaza”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 122, pp. 28-29.