Ocupaciones y temporalidad
A partir de los estudios arqueológicos llevados a cabo en la periferia de Las Labradas -ejido La Chicayota, municipio de San Ignacio, en el sur del estado de Sinaloa- ha sido posible identificar la existencia de más de 20 asentamientos prehispánicos y llevar a cabo su excavación con el objetivo de definir sus características culturales, buscando así definir su posible relación con el arte rupestre de la región. Los resultados de las investigaciones arqueológicas revelaron una ocupación precerámica, anterior al inicio de la agricultura en el continente americano, y otra cerámica, mucho más tardía, de culturas sedentarias vinculada con la tradición arqueológica Aztatlán.
El periodo precerámico (7000-5500 a.C.)
En el sitio la Flor del Océano, en los estratos más profundos de un conchero, fue identificado un complejo arqueológico caracterizado por la total ausencia de material cerámico pero con una gran cantidad de materiales líticos –entre los cuales se encuentran algunos raspadores laterales, compuestos y en núcleo, así como cuchillos y lascas con retoque, además de diversas puntas de proyectil, la gran mayoría de forma foliácea–, denominado complejo Chicayota precerámico; varias de las puntas de proyectil recuperadas en el sitio corresponden a la tradición Lerma, lo cual situaría esa ocupación en el periodo Arcaico. Por otro lado, las puntas precerámicas de la Flor del Océano se encuentran asociadas a un paleosuelo con un periodo de desarrollo muy amplio, probablemente de miles de años, correspondiente a la ocupación precerámica del periodo altitermal (5500-2500 a.C.), cuyo clima cálido y seco redujo a las especies montañosas hasta su extinción, que fueron reemplazadas por especies tropicales de llanura.
Imágenes: Con los estudios arqueológicos en la periferia de Las Labradas se han identificado más de 20 asentamientos prehispánicos que revelaron la existencia de una ocupación humana que no usaba cerámica, es decir, que fue anterior al inicio de la agricultura en el continente americano, y otra, que sí tuvo cerámica, de cultura sedentaria y vinculada con la tradición arqueológica Aztatlán. a) Algunos de los petrograbados podrían datar de 1500 a.C. b) Individuo 4 del entierro múltiple del sitio Flor del Océano. c) Personaje atípico. Fotos: Gibrán de La Torre, Fernando Orduña, Josara.
Víctor Joel Santos Ramírez. Arqueólogo por la ENAH y maestro en arquitectura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Investigador del Centro INAH Sinaloa, y desde 2009 director del Proyecto Arqueológico Las Labradas.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Santos Ramírez, Víctor Joel, “Las Labradas, Sinaloa”, Arqueología Mexicana, núm. 147, pp. 40-46.
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