El amanecer de la civilización olmeca
Veinte años después de las temporadas de campo de 1945 y 1946, la siguiente investigación del sitio, el Proyecto Río Chiquito (1966-1968), fue dirigida por Michael D. Coe, un estudioso que siguió la propuesta de Alfonso Caso cuando planteó la posibilidad de que San Lorenzo encabezara un Estado; esta propuesta fue rechazada por su cercano colaborador, Richard Diehl, y otros colegas, quienes consideraban que tuvo un menor nivel de desarrollo sociopolítico, un cacicazgo.
Sus investigaciones confirmaron la antigüedad del sitio, aportaron un estudio del medio ambiente, incluyeron las primeras excavaciones estratigráficas y continuaron la tradicional búsqueda de monumentos de piedra que inició Stirling. Además, propusieron el primer cálculo poblacional del sitio: 1 000 habitantes, y presentaron el primer plano topográfico de un sitio olmeca, realizado por Ramón Krotser.
Posteriormente, en 1969, el Instituto Nacional de Antropología e Historia patrocinó una temporada de campo en el sitio, a cargo de Francisco Beverido, con el objetivo de seguir con la búsqueda de monumentos. El trabajo continuó el año siguiente, en 1970, bajo la dirección de Jürgen Brüggeman, con el oportuno descubrimiento de una cabeza colosal realizado por Marie-Areti Hers. El hallazgo de la siguiente cabeza colosal fue reportado posteriormente por Román Piña Chan y Luis Aveleyra, y luego otra por Omar Ruiz Gordillo.
Pasaron otros 20 años para que comenzara el Proyecto Arqueológico San Lorenzo Tenochtitlán (PASLT) en 1990. Mi propósito era el de examinar aspectos relativamente desconocidos de la vida y del desarrollo cultural olmeca mediante un enfoque multi e interdisciplinario. Nunca me imaginé que tendría que lidiar con la inercia histórica basada en varias circunstancias.
La primera contrariedad fue el hecho de ser la primera mujer en dirigir un proyecto arqueológico en San Lorenzo. La gente de Tenochtitlán estaba acostumbrada al trato con arqueólogos, por lo que a varias personas les resultaba difícil asimilar y aceptar a una directora de proyecto arqueológico con numerosas colaboradoras femeninas.
Imagen: Michael D. Coe con el Monumento 34 de San Lorenzo. Francisco Beverido Pereau. Fotos: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.
Cyphers, Ann. “El amanecer de la civilización olmeca”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 10-15.