Chichén Viejo: personajes alados y ovogénesis

Rubén B. Morante López

La zona conocida como Chichén Viejo fue explorada en 1895 por Edward Thompson, pero fue gracias a las excavaciones del INAH, dirigidas por Peter Schmidt a finales del siglo pasado, que se reconstruyeron las fachadas de los edificios donde se plasmaron los mensajes gráficos que aquí estudiamos.

A un kilómetro de la Pirámide de Kukulcán y comunicada por medio de un sacbé con la zona central de Chichén Itzá, se encuentra un conjunto arquitectónico conocido como Chichén Viejo. Se le dio este nombre debido a que es la sección más antigua del sitio, posiblemente habitada desde el siglo VII d.C. Allí encontramos edificios ricamente decorados en bulto y relieve al estilo Puuc, con una compleja narrativa mítica. Se trata de uno de los escasos sitios de la península de Yucatán donde se dejaron evidencias en piedra del calendario basado en la cuenta larga, la fecha 10.2.9.1.9; 9 muluc 7 zac, correspondiente al día juliano 28 de julio de 878 d.C., se lee en un dintel del Templo de la Serie Inicial.

Este sector fue explorado en 1895 por Edward Thompson, pero fue gracias a las excavaciones del INAH, dirigidas por Peter Schmidt a finales del siglo pasado, que se reconstruyeron las fachadas de los edificios donde se plasmaron los mensajes gráficos que aquí estudiamos. Recientemente ha trabajado este sector José Osorio León, al frente de un grupo de arqueólogos del INAH.

Viniendo del norte, tras 800 m de caminata por un amplio sacbé, se llega a un impresionante arco maya que marca la entrada a la primera de las dos plazas que han sido exploradas en este conjunto, cuyos edificios al parecer tuvieron uso residencial de la elite, por lo cual les llamaron casas. La primera plaza está limitada hacia el este por el Templo de la Serie Inicial y tiene en el centro un altar único en su tipo, llamado Plataforma de la Tortuga porque sus 20 m de diámetro representan el caparazón de una tortuga cuya cabeza y cola están esculpidas al centro de sus dos escalinatas, donde las patas se forman con las cuatro balaustradas. El adoratorio tiene una orientación solsticial noreste-sudeste.

En la segunda plaza, las fachadas de las construcciones que la rodean presentan una rica y significativa decoración, donde muchas de las esculturas, que combinan las técnicas de bulto y relieve, muestran personajes alados o suspendidos entre la vegetación y el cielo.

Tomado de Rubén B. Morante López, "Chichén Viejo: personajes alados y ovogénesis", Arqueología mexicana, núm.188, pp. 46-55.

Rubén B. Morante López. Maestro en historia y etnohistoria por la ENAH y doctor en antropología por la UNAM. Decano de la Universidad Veracruzana y miembro del SNI, nivel 2.