El comercio marítimo de los mayas del Posclásico

Anthony P. Andrews

Herederos de una tradición que parece remontarse al Preclásico Tardío, los navegantes mayas del Posclásico fueron actores principales en la compleja y extensa red comercial que constituyó un elemento fundamental en el desarrollo histórico de los pueblos de la región e influyó en la homogeneidad cultural que los distingue. Las investigaciones realizadas en los últimos 20 años han arrojado datos reveladores sobre la compleja estructura -puertos, rutas, apoyos para la navegación, ritos- asociada al comercio marítimo entre los mayas, alguna vez considerados como los "fenicios del Nuevo Mundo".

 

El comercio marítimo constituyó una importante dimensión de la civilización maya. Circundadas por la geografía costera peninsular de Yucatán, y cruzadas por las extensas redes fluviales que se extienden a lo largo de sus costas y se remontan lejanamente en el interior, las Tierras Bajas mayas ofrecen un medio ideal para navegantes y mercaderes.


El intercambio de productos e ideas a través de largas distancias fue un factor básico en la homogeneidad cultural del mundo maya, y jugó un papel crítico en el desarrollo de esta antigua civilización. El comercio marítimo maya, que se remonta, cuando menos, al periodo Preclásico Tardío (300a.C.- 300 d. C.). se fue intensificando cada vez más. Así, cuando llegaron los españoles, en el siglo XVI, reportaron la existencia de  un activo comercio de larga distancia que alcanzaba todos los rincones del mundo maya, como lo anotó el padre Diego de Landa: "El oficio a que más inclinados estaban es el de mercaderes, llevando sal. y ropa y esclavos a tierra de Ulua y Tabasco, trocándolo todo por cacao y cuentas de piedra que eran su moneda, y con esta solían comprar esclavos y cuentas más finas y buenas... y en los mercados trataban todas cuantas cosas había en esa tierra".

Fue tan complejo e importante el comercio marítimo, que el destacado mayista Eric Thompson se refirió a los mercaderes mayas como los "fenicios del Nuevo Mundo". Investigaciones realizadas en los últimos 20 año han corroborado esta visión, y sabemos ahora que el mundo mercantil maya era mucho más complejo de lo que nos imaginábamos.

 

Puertos mayas

Hasta ahora, se han registrado más de 400 sitios prehispánicos en las costas de la península de Yucatán y Belice, de los cuales más de 150 fueron ocupados durante el Posclásico. De éstos, aproximadamente 50 sirvieron como importantes puertos en el comercio marítimo de ese periodo. Algunos se remontan a épocas anteriores, como Jaina, Xcambó y Xelhá, pero siguieron funcionando como puertos durante parte o todo el Posclásico. Entre los principales puerros de esta etapa figuran Xicalango. Tixchel y Champotón, en la costa de Campeche, y Xcambó, Isla Cerritos, Emal, El Cuyo, Chiquilá (Conil) y Vista Alegre, en la parte norte de la península. En la costa del Caribe de Quintana Roo, fueron de mayor importancia Ecab, El Meco, Cancún, Mulchi (Mocchi), Playa del Carmen (Xamanhá), Xcaret (Polé), varios sitios en Cozumel, Paamul, Xelhá (Xala), Tancah (Xamanzama), Tulum (Zama), Muyil/Chunyaxehé, San Miguel de Ruz, Chamax, Chacmool (Santa Rosa) e Ichpaatún-Tamaleab en la bahía de Chetumal. En la costa de Belice resaltan Santa Rita Corozal, Sarteneja, Mareo González, Colson's Point, Placeneia y Wild Cane Cay. Más al sur, en Guatemala y Honduras, se encuentran, respectivamente, los puertos de Nito y Naco, importantes emporios comerciales a la llegada de los españoles.

Hasta la fecha, sólo algunos de los puertos han sido objeto de excavaciones intensivas: éstos incluyen Aguacatal y Jaina, en Campeche; Xcambó e Isla Cerritos. en Yucatán; El Meco, Cancún, San Gervasio (Cozumel), Playa del Carmen, Xcaret, Xelhá, Tancah, Tulum y Muyil, en Quintana Roo; Santa Rita Coroza!, Sarteneja, Mareo González, Placeneia y Wild Cane Cay, en Belice, y Naco, en Honduras.

Muchos de los puerros están ubicados en lugares estratégicos para el comercio, como islas, promontorios o a la entrada de ríos, y en muchos casos se ubican en lugares protegidos del mar abierto. Por ejemplo, varios están localizados en bahías, como Chiquilá y Vista Alegre, en la bahía de Conil; El Meco, en la bahía de Isla Mujeres, e Ichpaatún-Tamaleab, Santa Rita Corozal y Sarteneja, en la bahía de Chetumal. Varios de los sitios de la costa del Caribe están ubicados junto a caletas, que sirvieron como puertos de abrigo naturales; entre éstos figuran Xcaret, Xaac, Chakalal, Yalkú, Xelhá y La Caleta, este último en Cozumel. Otros se encuentran en ensenadas protegidas por arrecifes, como Akumal, Taneah y Tulum. Otra ubicación común fue a orillas de estuarios, ríos y lagunas costeras, como en el caso de Xicalango, Tixchel, Champotón, Xcambó, Emal, Ecab, Muyil, San Miguel de Ruz, Chamax y Chacmool.

Investigaciones llevadas a cabo en algunos de los puertos han revelado la existencia de construcciones portuarias como muelles y diques, que ofrecían refugio a las embarcaciones y facilitaban la carga y descarga de productos. Estas construcciones están documentadas en Isla Cerritos, en el litoral norte de Yucatán, y en Xelhá y Muyil, en la costa del Caribe. Las caletas mencionadas anteriom1ente también ofrecían excelentes refugios y facilidades portuarias.

Otras investigaciones indican que los puertos mayas tenían una variedad de funciones y que en algunos casos servían a propósitos especiales. Con base en esas investigaciones, hemos podido establecer la siguiente tipología de los puertos:

l. Puertos comerciales. Es evidente que la mayoría de los puertos costeros estaban ligados a las rutas de comercio que existían en la península durante el Posclásico. Obviamente, algunos de ellos tenían una participación mayor en el comercio que otros, y es muy probable que los sitios mencionados en este trabajo hayan sido los principales puntos del comercio marítimo maya.

2. Puertos de paso para el comercio de larga distancia. Cualquier puerto costero pudo haber servido como punto de paso, pero hay evidencias que sugieren que algunos de ellos sirvieron como puertos estratégicos en el movimiento de productos entre regiones distantes. Los productos que llegaban a estos puntos estaban destinados a puertos más distantes o a regiones del interior. Entre éstos se cuentan Xicalango, Canbalam, Isla Cerritos, Chiquilá, Ecab, Xelhá, Marco González, Wild Cane Cayy Nito.

3. Puertos de embarque rumbo a las islas. De Xcaret y Playa del Carmen partían viajeros para Cozumel, de El Meco, con dirección a Isla Mujeres, y de Chiquilá (Conil), rumbo a Isla Holbox.

4. Puertos ligados a ciudades o estados del interior. Éstos incluyen Isla Cerritos, puerto de Chichén Itzá, Xelhá y Tancah (Cobá), Canbalam (Chunchucmil), Emal (San Fernando), El Cuyo (Chauaca) y Marlowe Cay (Aitún Ha).

Ademá, algunos puertos tenían múltiples funciones: Chiquilá (Conil), por ejemplo, fue un importante punto comercial, un puerto de paso y un puerto de embarque para Isla Holbox.

 

Anthony P. Andrews. Cursó la primaria y secundaria en Mérida. Realizó estudios de antropología y arqueología, y obtuvo la licenciatura (1972) en la Universidad de Harvard, y la maestría (1976) y el doctorado ( 1980) en la Universidad de Arizona. Es profesor de antropología en el New College de la Universidad de l Sur de Florida, en Sarasota. Florida.

 

Andrews, Anthony P., “El comercio marítimo de los mayas del Posclásico”, Arqueología Mexicana núm. 33, pp. 16-23.

 

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