En la zona fronteriza entre Michoacán y el Estado de México, región pirinda o matlatzinca, un conjunto de esculturas prehispánicas elaboradas en piedra ha llamado la atención de especialistas en los últimos años.
Aunque la narrativa presente en los motivos de la escultura alude a una red de creencias que se compartió ampliamente en Mesoamérica durante el periodo denominado Epiclásico, o Clásico Terminal (650/800 a 900 d.C.), su singularidad recae tanto en sus aspectos técnicos de elaboración, como en sus formas y funciones particulares para las cuales fueron esculpidas.
Las esculturas han sido ubicadas en los sitios arqueológicos de Zinapécuaro y San Felipe de los Alzati, en Michoacán; y en Ixtapan del Oro, Valle de Bravo, y San Lucas del Pulque, en el Estado de México. Esta zona es parte de una región que comprende la vertiente montañosa de la cuenca del río Cutzamala, misma que también forma parte de la macrocuenca del Balsas.
Es un área de transición ecológica en donde la Tierra Caliente converge con el Altiplano Central. El estilo escultórico de esta región, denominado “estilo pirinda”, es único en Mesoamérica ya que la mayoría de las esculturas posee recipientes con desagües o acanaladuras en la parte centralsuperior de las espigas.
Imagen: Recipiente con desagüe. Escultura zoomorfa E4.3 de piedra, procedente del sitio La Peña. Museo Arqueológico de Valle de Bravo, Estado de México. Foto: Patricio Gutiérrez Ruano
Recipiente con acanaladura en la parte superior de las espigas en la escultura de piedra E7.6. Museo Comunitario de San Lucas del Pulque, Estado de México.
Patricio Gutiérrez Ruano. Maestro en bioantropología por la Universidad de Montana, Missoula. Arqueólogo por la ENAH (2020). Especialista en ADN antiguo y escultura en piedra prehispánica del Occidente y Centro de Mesoamérica. Trabaja en varios proyectos de conservación y divulgación del patrimonio.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Gutiérrez Ruano, Patricio, “La escultura en piedra de Valle de Bravo y la Región del río Cutzamala”, Arqueología Mexicana, núm. 184, pp. 80-85.