El tesoro de Alacranes. Estudio multidisciplinario del pecio Ancla Macuca, Yucatán
La navegación por las aguas que rodean a la península de Yucatán es peligrosa debido a las corrientes y los múltiples cayos, bajos de arena y negrillos o áreas rocosas, entre ellos, el arrecife Alacranes, que se localiza 130 km al norte del puerto de Progreso. En este lugar se han identificado 39 pecios, cuya cronología se ubica entre los siglos XVII a XX, entre los que destacan los naufragios: Ancla Macuca, Bala, Piedras Negras, Nueve Cañones Olvidados, Cañones Isla Muertos, Las Tazas, así como los vapores RMS Forth y RMS Tweed.
Respecto al oro de la colección del pecio Ancla Macuca, éste procede de un origen común, posiblemente colombiano (87.42-94.41% con aleación de cobre). Por su parte, los diamantes analizados presentaron alta pureza de carbono con un origen también similar, por definir.
Sobre las esmeraldas se pudo inferir que los yacimientos minerales de procedencia están vinculados con el virreinato de la Nueva Granada, muy probablemente de las minas de Muzo, único centro productor tras el abandono de las minas de Chivor (1563). Cabe señalar que se detectaron esmeraldas falsas, las cuales realmente son vidrio verde con plomo (siglo XVIII). Se empleaban materiales baratos como el vidrio para sustituir a las esmeraldas en la elaboración de piezas de menor calidad y costo; es posible que fueran productos confeccionados para una clase social que no podía acceder a piezas con la gema original o para la fabricación de joyería con gemas falsas.
Las piezas de joyería no estaban terminadas, lo que indica que el material era transportado por algún piloto, miembro de la tripulación o pasajero para ser entregado a algún taller de orfebrería o intermediario, y así terminar su fabricación en algún puerto intermedio o lugar de destino.
Helena Barba-Meinecke. Arqueóloga por la ENAH, y máster en arqueología náutica y subacuática por la Escuela Internacional de Doctorado en Estudios del Mar (EIDEMAR), Universidad de Cádiz, España. Responsable de la oficina de Arqueología Subacuática Península de Yucatán, de la SAS.
Roberto Junco. Doctor en arqueología por la ENAH. Recibió el diploma de Arqueología Histórica de la Universidad de Leicester, Reino Unido. Está a cargo de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH.
Javier Reyes Trujeque. Doctor en ciencias ambientales por la Universidad de Sevilla, España, con especialidad en medio ambiente y degradación de materiales. Profesor del Centro de Investigación en Corrosión, de la Universidad Autónoma de Campeche (CICORR-UAC).
Barba-Meinecke, Helena et al., “El tesoro de Alacranes. Estudio multidisciplinario del pecio Ancla Macuca, Yucatán”, Arqueología Mexicana, núm. 164, pp. 58-63.