José Antonio Pompa y Padilla
La antropología dental es una herramienta muy útil en los estudios sobre el parentesco entre diversos grupos humanos, ya que por su condición heredable, la morfología dentaria presenta caracteres que permiten calcular el grado de afinidad biológica, aportación plenamente demostrada en paleontología general, en paleontología humana y ahora en investigaciones realizadas tanto en poblaciones esqueléticas humanas como en las vivas.
Evolución es un término que engloba gran cantidad de conceptos, planteamientos teóricos, discrepancias religiosas y mucho más. En esta contribución bosquejo un panorama breve y general de la evolución de las piezas dentarias, de las modificaciones que han experimentado entre los mamíferos en general y en nuestra especie, la del Homo sapiens, en particular, siempre circunscrito a los dos parámetros básicos de la teoría evolutiva –selección y adaptación– que han permitido la permanencia de nuestra especie biológica en el planeta.
Existen varias tesis para explicar la evolución de la dentición en los mamíferos. El diente primitivo está compuesto por una cúspide central (llamada protocono por unos, o eocono por otros) y dos pequeñas cúspides laterales conocidas como estílidos terminales (que son el paracono y el metacono, mesial y distal, respectivamente).
Un planteamiento señala que las coronas dentarias de los mamíferos fueron en un principio multituberculadas y que a lo largo de la evolución hubo una simplificación; esta explicación es poco aceptada en la actualidad.
Otra explicación, opuesta a la anterior, establece que de una estructura simple (monocúspide) se llegó a una morfología compleja (multitubercular). Tal desarrollo ha tratado de exponerse de dos maneras: unos proponen que las piezas simples se fusionaron (embriológicamente no hay evidencia) y otros afirman que a partir de la estructura sencilla, la complejidad fue alcanzada por gemación de partes nuevas; esta última idea ha tenido mayor aceptación.
Tipos de dentición
Entre los tipos de dentición, principalmente de los mamíferos, se encuentran:
• Protodonto. Cada pieza está formada por una sola cúspide llamada protocono o eocono (característica de los reptiles).
• Triconodonto. Piezas formadas por tres cúspides alineadas en un mismo plano: protocono, paracono y metacono (reptiles y mamíferos inferiores).
• Trituberculado. Aparecen los tres conos, protocono, paracono y metacono, sólo que dispuestos en planos distintos y formando un triángulo.
• Tetracúspide. Aparece una cuarta cúspide, el hipocono, que convierte al trituberculado en tetracúspide.
En las piezas superiores o del maxilar la terminación es ono y en las inferiores onido, así tenemos protocono (superior) y protocónido (inferior).
Los nombres de las cúspides en el campo zoológico antropológico difieren de aquellos comunes para la odontología anatómica humana.
En los antropoides fósiles encontramos que en el primer molar inferior el paracónido ha desaparecido y surgen dos nuevas cúspides, el entocónido y el hipoconúlido, de lo que resulta una pieza pentacúspide; en cambio, en los superiores el paracono se conserva y el molar continúa siendo tetracúspide.
Los molares superiores de los mamíferos primitivos tienen tres grandes cúspides, protocono, paracono y metacono, que forman en la superficie oclusal de la corona un triángulo llamado trígono. En los molares inferiores la corona se divide en dos porciones: a la porción anterior o mesial se le denomina trigónido y está formada por las tres cúspides básicas; a la zona posterior o distal se le conoce como talónido, siendo el trigónido más alto que el talónido. Al menos desde el Driopitecus (±18 000 000 millones de años) los primates no presentaron entocono en los molares superiores ni paracónido en los inferiores. Debe destacarse que el estudio de la posición de las cúspides, de su tamaño y su origen evolutivo es de primordial importancia en las investigaciones de evolución dentaria.
Pompa y Padilla, José Antonio, “Estudio antropológico de la evolución de los dientes”, Arqueología Mexicana núm. 90, pp. 82-85.
• José Antonio Pompa y Padilla. Maestro en antropología física por la ENAH. Investigador de la Dirección de Antropología Física del INAH. Se especializa en la antropología dental.
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