En la laguna de México se crían unos como limos muy molidos y a cierto tiempo del año que están más cuajados, los cogen los indios con unas redecillas muy menudas hasta henchir los acales o barcas, y a la ribera sobre tierra o sobre arena hacen unas eras muy llanas [...] y allí lo echan a secar y hacen una torta de dos dedos y en pocos días se seca hasta que queda de un dedo en grueso y cortada aquella torta como ladrillos anchos, lo comen muchos indios, y se detiene y sustenta algunos días y anda por mercadería en todos los mercados de la tierra, como entre nosotros los quesos [...] Creo que a este cebo viene a la laguna de México grandísima multitud de aves, y son tantas que por muchas partes en el invierno está cubierta el agua de ellas y toman muchas los indios y se venden en los mercados bien barato, porque como son de agua no son muy sabrosa; ya no acuden tantras alrededor de México después de que las tiran con arcabuces, y se han alejado y metido más adentro en la laguna...
Alonso de Zorita, en Iturriaga, 2013, p. 55
…No será extraño el decirse que en la plaza pública hay puestos en donde se venden mosquitos, cuya mercancía se encuentra a toda hora y sirven para mantener los pájaros cantores, que son los cenzontles, las calandrias y otros que viven de estos insectos. Pero lo será algo más que en los puestos de las indias se encuentre el ahuaucle, que son los huevos de los mosquitos. Éstos sirven para sazonar los manjares más delicados y para realzar el gusto de las tortillas de huevos comunes...
Antonio de Ulloa, en Iturriaga, 2013, pp. 169-170
Enrique Vela. Arqueólogo por la ENAH, editor, desde hace 30 años trabaja en el ramo editorial.
Vela, Enrique (editor), “Insectos lacustres”, Arqueología Mexicana, edición especial núm. 86, pp. 10-14.