Guy Stresser-Péan
Cuando grupos de mayas emigraron hacia la región de Pánuco, hacia 2000 a.C., nació la civilización huasteca. Posteriormente, algunos grupos nahuas se establecieron en la región y adoptaron las tradiciones de los huastecos, a tal grado que, de manera general, se habla de los cuextécatl (huastecos) para designar a todos los habitantes de la Huasteca.
Marco geográfico y subsistencia
La Huasteca es una región de tierras bajas y cálidas que ocupa el extremo norte de la franja costera tropical y húmeda a orillas del Golfo de México. Al occidente limita con las laderas de la Sierra Madre y al norte con la Sierra de Tamaulipas. Este territorio presenta mayor diversidad de la que podría atribuírsele a primera vista. Las llanuras ocupan casi toda la parte norte y alternan al sur con colinas de arenisca calcárea más dura. La actividad volcánica, apaciguada desde hace mucho tiempo, dejó en diversos sitios escurrimientos de lava y filones de basalto que la erosión ha puesto en relieve. Las zonas montañosas son atravesadas en gran parte por torrentes caprichosos, de crecientes enormes y brutales, mientras que grandes ríos perezosos dibujan sus meandros entre llanuras pantanosas.
Los mexicas dieron a la Huasteca, al igual que a otras tierras cálidas y húmedas, el nombre de Tonacatlalpan, “tierra de comida”, porque creían sin duda que estas regiones eran muy fértiles. También pensaban que este nombre se justificaba por la gran variedad de plantas cultivadas en las partes cálidas de la vertiente del Atlántico, como maíz, frijoles, calabazas, calabacines y diversos chiles, además de raíces y tubérculos (yucas, camotes, jícamas y arum) y numerosos frutos. Pero los huastecos, sobre todo agricultores, practicaban el cultivo de temporal en zonas quemadas, sin irrigación.
La recolección ocupaba un lugar predominante en la Huasteca. Por ejemplo, se recolectaba arum (el quequéxquic de Sahagún), chiles pequeños (Capsicum frutescens) y el fruto silvestre del Brosimum alicastrum (alimento importante durante las hambrunas), etc. También se recolectaba miel silvestre, ostras de las lagunas costeras y mariscos que el mar dejaba en las orillas arenosas. Asimismo, se recolectaba sal, en especial en la laguna de Chila.
La caza debe haber tenido un lugar importante. Además de los animales que se cazaban para el sustento, había otros apreciados por el uso estético y ritual de su piel o plumaje: el jaguar, el ocelote, el águila, la guacamaya y los periquitos. La pesca debe de haber sido intensa en las cercanías de las lagunas y los grandes ríos.
¿Cómo llegaron los huastecos?
Los huastecos ocupan actualmente sólo un área pequeña de la Huasteca, una franja oblicua discontinua que va desde el noroeste del estado de Querétaro hasta los pozos petroleros en las cercanías de Tamiahua, en Veracruz. Desde la Colonia, han sido expulsados paulatinamente de las llanuras propicias para la ganadería y se han aferrado a las laderas de la sierra volcánica de Otontepec (Veracruz), a los lomeríos de Tantoyuca (Veracruz), a las colinas de Tancanhuitz y de Tanlajas (San Luis Potosí) y, finalmente, a una pequeña parte de la Sierra Madre, más allá del pueblo de Aquismón (San Luis Potosí).
La antropología física y la lingüística establecen un nexo indiscutible entre los huastecos y la gran familia maya, pero, desde un punto de vista cultural, los huastecos se distinguen de todos los demás pueblos mayas. La lengua huasteca pertenece a la familia maya, pero aparentemente ha estado aislada desde hace 3 000 años, como lo confirman los cortes estratigráficos realizados tanto por Gordon F. Ekholm como por Richard S. MacNeish. Cabe suponer que hacia 1000-1500 a.C. los pueblos mayas ocuparon la costa del Golfo de México. Más tarde, probablemente fueron obligados a retroceder hacia el sureste, dejando atrás a los huastecos. Su separación de los mayas ocurrió antes de que éstos desarrollaran su gran civilización. Así que, a través de los siglos, los huastecos vivieron en relativo aislamiento, aunque tuvieron contacto con los chichimecas nómadas del norte y con pueblos civilizados del sur.
Stresser-Péan, Guy, “La Huasteca: historia y cultura”, Arqueología Mexicana núm. 79, pp. 32-39.
• Guy Stresser-Péan. Profesor en la Escuela de Altos Estudios de París (historia de las religiones, 1955-1981). Fundador y director del Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos en México (CEMCA). Se jubiló en México donde radica y continúa con sus investigaciones y publicaciones científicas. Publicó, entre otros, San Antonio Nogalar, Tamtok, Lienzos de Acaxochitlán, Códice de Xicotepec, Le Soleil. Dieu et le Christ
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