La producción artesanal en Mesoamérica

Linda Manzanilla N.

Conocer cómo funcionaba la producción artesanal permite tener una idea de la manera en que estaba organizada una sociedad como la mesoamericana. Así, por ejemplo, había bienes suntuarios cuya producción era muy especializada y eran elaborados sólo por una familia, aunque la mayoría de los bienes e instrumentos –destinados a satisfacer las necesidades básicas– eran elaborados por varias familias que formaban parte de esquemas de cooperación entre comunidades.

 

Los egipcios pensaban que los actos de creación involucraban el pensamiento, la palabra y la elaboración de objetos en el torno. Es por ello que para los seguidores de la teología de Menfis, el dios Ptah había modelado al hombre con arcilla. Para los pueblos antiguos, la creación de objetos exquisitos era un don propio del artista, del maestro. Sin embargo, hay otros objetos cotidianos que se fabrican para satisfacer las necesidades de mucha gente.

¿Desde qué perspectivas podemos estudiar la producción artesanal en Mesoamérica? Siguiendo los planteamientos de Kathy Costin (2001, 2004), podemos abordar los siguientes aspectos:

a) Los que producen. Costin propone analizar, en primer lugar, las identidades sociales (género, clase, procedencia, etnicidad y estatus legal) de quienes producen, para después abordar el grado de especialización, la intensidad del trabajo (es decir, la cantidad de tiempo invertida en la producción de las artesanías), la naturaleza de las compensaciones (las relaciones productor/consumidor), la destreza del productor y los principios de reclutamiento de los trabajadores. A mi modo de ver, hay que analizar los lugares de producción, así como los entierros de los artesanos para evaluar estos elementos.

b) Los medios de producción. Costin menciona la necesidad de analizar posteriormente las materias primas (y los patrones de explotación de recursos), las herramientas (con sus huellas de uso) y los conocimientos técnicos en cuanto a elecciones de tecnologías de manufactura y funciones previstas para los bienes hechos. Respecto de las tecnologías, éstas nos ayudan a comprender el grado de especialización y la naturaleza del involucramiento de la elite en las actividades productivas; Costin propone cinco aspectos a estudiar: la complejidad, la eficiencia, la cantidad de bienes producidos, el control y la variabilidad.

En esta línea de ideas, Prudence Rice (1981) estableció los siguientes indicadores de producción cerámica especializada. Respecto de los productos, observó una creciente estandarización, resultado de la producción masiva; una homogeneidad en las formas; el uso de moldes, y la existencia de marcas de alfarero. En cuanto a las áreas de producción, observó concentraciones de herramientas usadas en la manufactura (por ejemplo, moldes); agrupaciones de materias primas, y de vasijas mal cocidas o rotas.

c) Los principios organizadores. Costin menciona que hay patrones temporales (producción diaria o estacional; de tiempo parcial o de tiempo completo); patrones espaciales o sociales (la organización del trabajo, la concentración o dispersión de las actividades de manufactura, el contexto sociopolítico en que la producción tiene lugar), y por último, la distribución y el control.

d) Los objetos. Respecto de los objetos, habría que establecer, siguiendo a Costin, el uso de los productos artesanales (si se trata de objetos utilitarios o bienes de prestigio), el grado de restricción en su uso y la cantidad de bienes que se utilizan.

e) Los principios y mecanismos de distribución. Costin también propone averiguar los medios por los cuales los bienes son transferidos de los productores a los consumidores, y qué tan voluntaria es la transferencia (especialización independiente versus especialización dependiente, cuando hay un agente que auspicia la producción).

 

Manzanilla N., Linda, “La producción artesanal en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana núm. 80, pp. 28-35

 

• Linda R. Manzanilla N. Investigadora del IIA de la UNAM y profesora de la ENAH. Es autora y editora de 14 libros, y 112 artículos y capítulos sobre temas relacionados con el surgimiento y transformación de las sociedades urbanas tempranas en Mesoamérica, Mesopotamia, Egipto y la región andina.

 

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