Estos agrosistemas han sido de los más estudiados en el Nuevo Mundo; las descripciones populares son muy conocidas como es el caso del dibujo de M. Coe publicado en 1964. Durante la primera mitad del siglo XX diversos registros refieren a la formación de islas artificiales, enfatizando la alta productividad e intensidad de mano de obra utilizada en el manejo del sistema.
Sin embargo, la mayoría de éstos se basan en relatos etnohistóricos o etnográficos debido a la falta de suficientes datos arqueológicos. Pero, hacia la mitad del siglo XX, investigadores como Ola Apenes y, sobre todo, Pedro Armillas reconocieron la construcción inicial de chinampas a partir de tlateles, islotes que sobresalen del fondo poco profundo del lago.
Se considera que este sistema agrícola surgió como respuesta a la necesidad de intensificar la producción de alimentos, relacionada con el crecimiento demográfico. Algunos investigadores señalan su importancia para sostener a la población durante la expansión territorial de la Triple Alianza, antes de la conquista.
No obstante, y de acuerdo con cronistas como Alvarado Tezozómoc y Durán, las comunidades chinamperas de Xochimilco contribuían con pocos productos agrícolas como tributo regular. Proporcionaban madera y carbón vegetal de los bosques circundantes para eventos ceremoniales, principalmente celebraciones de conquistas exitosas, muertes y coronaciones de gobernantes, además de balsas y canoas para diferentes usos.
La Matrícula de Tributos sugiere que los productos manufacturados, como la tela y la ropa militar, eran los artículos de tributo más importantes. Los mercados ofrecieron una alternativa viable para aprovisionar gran parte del reino, y la construcción de chinampas respondió a la necesidad de que las comunidades a orillas del lago aumentaran la superficie disponible para la habitación doméstica, así como la agricultura de subsistencia y comercial.
Imagen: Las plantas vasculares de las chinampas (detalle). ILUSTRACIÓN: Elvia Esparza / Instituto De Biología-UNAM, reproducida con autorización de Iconografía y estudio de plantas acuáticas de la Ciudad de México y sus alrededores, de Antonio Lot y Alejandro Novelo, 2004, Instituto de Biología, pp. 24-25
Emily McClung de Tapia. Doctora en antropología por Brandeis University. Investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM. Responsable del Laboratorio de Paleoetnobotánica y Paleoambiente.
Diana Martínez Yrízar. Maestra en antropología por la UNAM. Técnico Académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM, adscrita al Laboratorio de Paleoetnobotánica y Paleoambiente.
Carmen Cristina Adriano Morán. Maestra en ciencias por la UNAM, y colaboradora del Laboratorio de Paleoetnobotánica y Paleoambiente.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
McClung de Tapia, Emily et al., “La tierra dentro del agua. Las chinampas desde la época prehispánica hasta nuestros días”, Arqueología Mexicana, núm. 184, pp. 40-47.