Las representaciones bi y tri-dimensionales de juegos de pelota en Mesoamérica

Eric Taladoire

Se esbozan aquí algunas interpretaciones del papel o del simbolismo de las representaciones arquitectónicas bi y tri-dimensionales en Mesoamérica del juego de pelota. A pesar de su diversidad, tienen como denominador común una conexión con el inframundo húmedo, el mundo de los muertos, los ritos acuáticos, la fertilidad y el sacrificio.

 

Aun dejando de lado las innumerables imágenes arquitectónicas que se encuentran en los códices, y que merecen estudios específicos, abundan en Mesoamérica todo tipo de “modelos” o “maquetas” que representan templos, casas, aldeas. Ya sea en cerámica, oro, hueso, piedra, en forma de petrograbados o de graffiti, nunca han sido objeto de un estudio sistemático, aunque hay algunas publicaciones relevantes (Schávelzon, 1982; Houston, 1998; Von Winning y Hammer, 1972, por ejemplo). En comparación, resulta sorprendente la escasez de investigaciones para otras áreas culturales donde existe el mismo tipo de elementos, como Ecuador, China, Egipto o el Medio Oriente, salvo una tesis inédita sobre esta última región (Muller, 1993). Esta laguna ha dado pie a la profusión de términos y palabras imprecisas para denominar a esas piezas, cuya verdadera función es todavía desconocida. Las palabras mismas de “modelos” o “maquetas” son muy discutibles, pues es poco probable que se concibieran como tales, desde una perspectiva arquitectónica o urbanística (Houston, 1998; Taladoire, 2003). Hernández Rivero, en su reciente estudio del elaborado petrograbado de Tejupilco, estado de México, coincide en decir que:

 

…el término maqueta o miniatura con el que han sido denominadas, hacen referencia a una posible y aproximada representación urbana y arquitectónica de una supuesta realidad, por lo que reconocemos que estas definiciones no se ajustan a nuestros parámetros modernos de exactitud en cuanto a escala, proporción y volumen (al igual que sucede con otras evidencias arqueológicas como son las maquetas de barro, cerámica y códices) (Hernández Rivero, 2009).

 

Para evitar cualquier confusión, nos parece preferible nombrarlas como representaciones bi o tri-dimensionales, expresión desprovista de connotaciones interpretativas. Efectivamente, muchas otras representaciones se consideran más bien como ofrendas u objetos rituales, como es el caso de las de Occidente. Aunque esta explicación tampoco es válida para adornos como el pectoral de la Tumba 7 de Monte Albán, y todavía menos para los graffiti o los glifos mayas.

 

Taladoire, Eric, “Las representaciones bi y tri-dimensionales de juegos de pelota en Mesoamérica”, Arqueología Mexicana núm. 117, pp. 18-27.

 

Eric Taladoire. Profesor de arqueología prehispánica en la Universidad de Paris 1, Panthéon-Sorbonne, y miembro de la UMR 8096, Arqueología de las Américas.

 

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