¿Realmente lloró Cortés esa noche?

Carlos Javier González González, Leonardo Morlet Flores

Hurgando en el origen de una leyenda. El llanto de cortés y el árbol de la noche triste

Los testimonios del llanto de Cortés

Entre las fuentes tempranas y testimoniales, Bernal Díaz del Castillo relata que tanto a Cortés como a otros capitanes que lo acompañaban (tal vez Gonzalo de Sandoval y Cristóbal de Olid), “se les saltaron las lágrimas de los ojos” cuando regresaron de Tacuba para buscar sobrevivientes y a poco trecho andado –quizás en Popotla– encontraron muy malheridos a Alvarado, cuatro soldados y ocho tlaxcaltecas, enterándose además de que ya no venía nadie detrás de ellos.

Francisco de Aguilar, también soldado de Cortés, dice que al día siguiente de la Noche Triste, tras haber salido de Los Remedios, los diezmados españoles y aliados llegaron a un cerro pequeño donde el conquistador ordenó un alto para comer y luego anota, sin agregar más detalles: “aunque llorando, hizo de las tripas corazón y nos hizo una plática y exhortación, esforzando y poniendo ánimo así a los de a pie como a los de a caballo”.

Francisco Cervantes de Salazar, quien se trasladó a la Ciudad de México en 1550, convirtiéndose en su primer cronista, conoció a algunos conquistadores y escribió su Crónica de la Nueva España buscando, entre otras cosas, resarcir la figura de varios de ellos, frente al desmedido ensalzamiento de Cortés en la obra de López de Gómara. De acuerdo con su versión, tras saltar en tierra firme (seguramente en Popotla) Cortés “puso en orden su gente” y constató las grandes bajas sufridas, ante lo cual no pudo contener las lágrimas y lamentó también varias cosas que no hizo, o que pudo haber hecho de otra manera.

 

González González, Carlos Javier y Leonardo Morlet Flores, “Hurgando en el origen de una leyenda. El llanto de cortés y el árbol de la noche triste”, Arqueología Mexicana, núm. 163, pp. 66-721.

Carlos Javier González González. Arqueólogo por la ENAH y doctor en estudios mesoamericanos por la UNAM. Profesor investigador del Museo del Templo Mayor.

Leonardo Morlet Flores. Pasante de la licenciatura en historia de la ENAH. Integrante del Departamento de Curaduría del Museo del Templo Mayor, INAH.