Reinas consortes en el Clásico maya

Dossier

Por: María Elena Vega

Las reinas fueron una parte importante de la antigua corte maya, centro y símbolo del poder político. Sus representaciones en el arte monumental muestran la relevancia que tuvieron las mujeres en la proyección del poder de los gobernantes, pues a través de ellas se reafirmaba el estatus real y se marcaba el límite entre los ámbitos público y privado.

En el arte maya encontramos imágenes de mujeres que trascendieron de manera notable el ámbito privado que les era habitual. Los elaborados atuendos que visten, su porte regio, su reconocimiento en las inscripciones, su cuidada apariencia y su cercanía al gobernante, al k’uhul ˀajaw, las revelan como figuras importantes en el mantenimiento del Estado. El estudio de estas mujeres, a quienes podemos designar como reinas consortes, no podría ser más apropiado para la civilización maya del Clásico, pues por medio de ellas podemos conocer parte de la dinámica de las antiguas cortes y analizar, desde otra perspectiva, la naturaleza del poder político.

Las inscripciones no detallan los ritos y actividades que las niñas de la élite del Clásico llevaban a cabo. A partir de datos posteriores (coloniales y contemporáneos) podemos inferir que, desde pequeñas, fueron instruidas en actividades relacionadas con el cuidado de la casa y de los niños con la preparación de alimentos y, sobre todo, con el hilado, el tejido y el bordado.

Las mujeres contraían matrimonio a una edad muy temprana, entre los 11 y 13 años, aunque había excepciones. Desafortunadamente, no sabemos mucho acerca de los ritos nupciales dado que éstos se documentaron poco, pese a que la alianza matrimonial fue parte fundamental de la vida política. La maternidad era un aspecto central en la vida de las consortes, a pesar de que, en la antigüedad maya, el embarazo y el parto eran experiencias duras que ponían en riesgo la vida de las madres y sus bebés. Sin embargo, los herederos garantizaban la continuidad de las dinastías, por lo que todas las reinas consortes buscaban convertirse en progenitoras dinásticas y establecer así un vínculo entre un reinado y el siguiente.

En la portada de este artículo vemos un extracto del Tablero del Templo XIV de Palenque, Chiapas. La señora ˀIx Tz’akb’u ˀAjaw sostiene una efigie del dios K’awiil junto a su primogénito, el gobernante de Palenque, K’ihnich Kaan B’ahlam II. Dibujo: Moisés Aguirre.

Extracto tomado del artículo: María Elena Vega (2025) Reinas consortes en el Clásico maya, Arqueología mexicana, edición regular 192, pp. 54-59.