Tlacahuepan

Xavier Noguez

En numerosas ocasiones, cuando revisamos fuentes etnohistóricas, particularmente de procedencia mexica, se presenta el problema de conocer el significado y las referencias de algunos términos. Tal es el caso de Tlacahuepan o Tlacahuepantzin, que se ha traducido como “viga humana” o “venerable viga humana”, y también como “derramador de sangre, arañado o rasguñado” (Códice Ramírez).

Como en otros casos de palabras en náhuatl, el nombre se vincula a una deidad, particularmente en su intervención en la fiesta de tóxcatl (“sequedad”), a la caída de Tula, a los portentos asociados a la llegada de los españoles, redactados en la etapa colonial temprana, y a personajes históricos (prehispánicos y coloniales). Además de analizar estos vínculos, haremos una referencia particular a una interesante relación del dios Tlacahuepan con los tlatelolcas.

La deidad

Todo parece apuntar que Tlacahuepan es un desdoblamiento del poderoso Tezcatlipoca Titlacahuan. Sin embargo, en algunas fuentes se registra una estrecha relación con Huitzilopochtli, la deidad tribal de los mexicas, al punto de que autores modernos han adscrito a Tlacahuepan la categoría de ser un desdoblamiento del dios principal de los mexicas.

Tlacahuepan podría tener las advocaciones de Cuexcotzin (“el venerable colodrillo”), Ixteocale (“el que tiene templo de cara”) e Ilhuícatl Xoxouhqui (“cielo verde crudo”). Esta relación se percibe en las celebraciones a Tlacahuepan y Huitzilopochtli organizadas durante las fiestas de panquetzaliztli (“levantamiento de banderas”) y tóxcatl. Recordemos que esta última, correspondiente a mayo, se consideraba como la principal celebración a Tezcatlipoca Titlacahuan.

Tanto en los mitos de la caída de Tula como en los portentos que se registraron en la etapa colonial en torno al arribo de los conquistadores españoles, Tlacahuepan está presente.

En el libro III, capítulo IV, del Códice Florentino se hace mención de Titlacahuan Tezcatlipoca y Huitzilopochtli, quienes, por medio de embustes, logran que Quetzalcóatl realice serias transgresiones, actos vergonzosos y tenga que autoexiliarse en las lejanas tierras de Tlillan Tlapallan (“tierra del negro y los colores”).

Imagen: Tlacahuepan y Cihuacóatl. Códice Florentino, lib. VIII, f. 3r. Foto: Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.

Xavier Noguez. Licenciado y maestro en historia por la unam. Doctor en estudios latinoamericanos por la Universidad de Tulane. Profesor-investigador de El Colegio Mexiquense. Sus áreas de investigación son los códices del Centro de México y los orígenes de la tradición guadalupana. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores.

Noguez, Xavier, “Tlacahuepan”, Arqueología Mexicana, núm. 176, pp. 12-15.