Tláloc en El Tajín, Veracruz

Sara Ladrón de Guevara

Los elementos que forman parte de la parafernalia de la deidad de la lluvia del Centro de México aparecen con claridad en diversas representaciones de la época prehispánica encontradas a lo largo de la costa del Golfo. 

Al norte, en la Huasteca y durante el Posclásico, su representación es elocuente e inequívoca: en el bajorrelieve de Castillo de Teayo, Veracruz, lleva anteojera redonda y fauces dentadas, y sostiene en una mano la planta de maíz. Frente a él se ve a su consorte, quien también sostiene una planta de maíz y lleva la típica nariguera con forma de mariposa y falda de joyeles de Chalchiuhtlicue. En otra representación procedente de San José Tuxpan, Veracruz, Tláloc aparece representado de tal manera que no cabe duda que se trata del dios reverenciado por los aztecas.

Pero aun en tiempos más tempranos, en representaciones de sitios que florecieron durante el Clásico en la costa del Golfo, lo mismo en el centro que en el sur de Veracruz, se pueden distinguir al menos algunos de los atributos de esta deidad. En los murales de Las Higueras se ha reconocido a un personaje de anteojeras redondas y enormes colmillos, y en El Zapotal se ve un personaje en cerámica que porta las típicas anteojeras, pero ya que obviamente se trata de un ser humano, ha sido identificado como un sacerdote ataviado como la deidad.

 

El Tajín

 

Revisaremos aquí el amplio corpus plástico de El Tajín, sitio floreciente durante el Epiclásico, en el norte de Veracruz, que nos permite reconocer la semejanza del discurso estético y cosmológico de este sitio, y de la costa del Golfo en general, con el resto de Mesoamérica. El panteón de El Tajín presenta características iconográficas que se asocian con claridad con el del Centro de México y también con algunos elementos del panteón maya.

A pesar de que desde las exploraciones de don José García Payón, hacia los cuarenta del siglo XX, se sugirió que el sitio estaba dedicado al dios Huracán, presente entre las culturas del Circuncaribe y la maya, la revisión cuidadosa de las imágenes plasmadas tanto en escultura como en pintura permiten reconocer más bien a deidades que son más comunes en el ámbito mesoamericano. Además, hay que considerar que la región de El Tajín presenta una incidencia de huracanes extremadamente menor a la de las regiones mencionadas, donde fue objeto de culto.

Los dioses de El Tajín se asemejan a los del Centro de México, como Mictlantecuhtli, Quetzalcóatl o Tláloc, o la deidad ave-hombre del área maya. Tláloc, por ejemplo, puede reconocerse en El Tajín por sus características anteojeras redondas y su boca dentada, típicas en representaciones del altiplano, lo cual es recurrente –como hemos mencionado– en otros sitios de la costa del Golfo desde la Huasteca, en el norte, hasta La Mixtequilla, en el sur. Las similitudes gráficas de sus atributos manifiestan sin duda similitudes conceptuales de la deidad.

 

 

Ladrón de Guevara, Sara, “Tláloc en El Tajín, Veracruz”, Arqueología Mexicana núm. 96, pp. 44-47.

 

 Sara Ladrón de Guevara. Doctora en antropología por la UNAM. Directora del Museo de Antropología de Xalapa. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. En 2007 ganó el premio del INAH en la categoría de divulgación al mejor trabajo publicado por su libro Hombres y dioses de El Tajín.

 

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