San Lorenzo es un lugar especial por muchas razones, entre ellas los retos que presenta a la ciencia arqueológica convencional. Tradicionalmente, los arqueólogos han expuesto los vestigios enterrados mediante el uso de calas, sondeos y excavaciones extensivas.
Estas técnicas incluyen excavaciones de cierta magnitud, las cuales demandan tiempo, mano de obra y recursos financieros en cantidades significativas. El conocimiento obtenido mediante las técnicas tradicionales también tiene otro costo alto: la destrucción de los vestigios que se descubren.
Los vestigios de la ocupación olmeca son virtualmente invisibles en la superficie del sitio. Más bien se encuentran profundamente ocultos debido a la actividad humana de los últimos tres milenios, que los han cubierto de sedimentos, particularmente la ocupación moderna y la del Clásico Terminal.
La huellas arqueológicas se encuentran a partir de 1-1.5 m hasta 20 m bajo la superficie actual. Por ello, la apariencia actual del sitio no fue creada totalmente por los olmecas.
Otros retos incluyen:
1) la compleja estratificación –la secuencia de la deposición de sedimentos– que, a mayor profundidad en excavaciones de tamaño reducido, es más difícil de exponer y comprender; 2) el tamaño de las viviendas es grande, por lo que los pisos de las viviendas tienden a ser muy extensos y requieren grandes excavaciones para revelarlos en su totalidad.
3) la comprensión de la arquitectura monumental hecha de tierra requiere un procedimiento mayor a los sondeos y calas tradicionales, las cuales resultan insuficientes; 4) las ocupaciones de menor intensidad y tamaño que tuvieron lugar en San Lorenzo después de 1000 a.C. incluyen una población maya que se asentó encima de los vestigios olmecas entre 700 y 1000 d.C., momento que corresponde al llamado “el colapso maya” en las Tierras Bajas. Estos pobladores dañaron los vestigios olmecas menos profundos.
Imagen: Un sondeo profundo que llegó a 12 m bajo la superficie. Foto: Ann Cyphers.
Ann Cyphers. Doctora en historia por la UNAM. Investigadora en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM Especialista en el periodo Preclásico (Formativo) y, en particular, en la civilización olmeca.
Cyphers, Ann. “Viendo lo invisible”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 104, pp. 34-37.