Clara Luz Díaz Oyarzábal
Determinar la secuencia original de los glifos asociados a las cuatro serpientes emplumadas del Conjunto de Techinantitla, es el primer paso para intentar una reconstrucción hipotética y realizar su interpretación.
Gracias a la donación de la colección de objetos de arte de Harald J. Wagner a los museos de San Francisco, un gran número de fragmentos de pintura mural procedentes de varios conjuntos habitacionales del llamado Barrio de las Pinturas de Teotihuacan vieron la luz pública. Debe señalarse que los murales están relacionados principalmente con los sistemas de comunicación y el sacrificio ritual, dos de los temas de mayor vigencia en la investigación sobre la cultura teotihuacana. Los murales son producto de saqueos realizados en los años, sesenta; por ello, la pérdida de algunos fragmentos y el desconocimiento del orden original de las imágenes, así como la falta de contexto arqueológico, son serios impedimentos para cualquier intento de interpretación.
Los temas pictóricos de los fragmentos son variados y entre ellos destaca el de una serpiente emplumada, debajo de la cual hay representaciones de árboles con diferentes elementos en sus raíces.
El equipo de trabajo que manejó en primera instancia todos los fragmentos de las serpientes y árboles de la Colección Wagner, intentó armarlos tomando en consideración detalles físicos y formales de los murales, como son el color, la calidad del trazo de las figuras y la coincidencia en los bordes de los fragmentos. Así se pudo comprobar que la composición estuvo conformada por cuatro serpientes distribuidas en la parte baja de cuatro muros, que se pintaron 13 árboles colocados en sentido horizontal debajo de cada serpiente y que existieron nueve glifos en el punto en que las raíces se unen con el tronco (véase Berrin, 1988). Finalmente, fue posible armar completa la serpiente 1, aunque no se obtuvo igual éxito con las serpientes 2, 3 y 4, pues la Colección Wagner no contaba con todos los árboles originales y la propuesta de la posición y ordenamiento de los árboles quedó limitada a los fragmentos de esta colección. Por otra parte, se hizo evidente que, contra lo que podía esperarse, los glifos y árboles de las serpientes 2, 3 y 1 no seguían la misma secuencia que en la serpiente 1, es decir, al parecer no había un orden interno.
Ordenamiento de los glifos
Sin duda, determinar la secuencia original de los glifos de la composición pictórica de las cuatro serpientes emplumadas del Conjunto de Techinantitla es el primer paso para intentar una reconstrucción hipotética completa, así como para realizar una interpretación integral de los murales de las serpientes y del uso de la habitación, lo cual es el objetivo del presente artículo.
El cuidado con que fueron inicialmente ordenados los fragmentos de la Colección Wagner permite aceptar la secuencia de la serpiente 1 como válida y como punto de partida para incorporar ordenadamente la totalidad de los 52 árboles con glifos. En el esquema de la figura 3 aparece esta distribución, aunque en planta: el cuarto en cuyos muros debieron estar las cuatro serpientes se presenta como un cuadrado con dos entradas (el Dr. René Millon ha propuesto una habitación de este tipo aunque rectangular). Para facilitar el ordenamiento de los glifos se le otorgó un número a cada uno. La correspondencia entre glifo y número puede observarse en la figura 2; por ejemplo, el núm. 1 es máscara-escalón, el 2 es caja o plataforma amarilla, el 3 es mano-concha-pétalos amarillos, etc.
En la búsqueda de indicios sobre el orden interno de los glifos, en la figura 3 se advierte que:
a) La secuencia de los signos en la serpiente 1 indica que en ella se presentan los nueve glifos, uno detrás de otro, y que la misma secuencia comienza a repetirse pero sólo avanza hasta el que ocupa la posición cuatro.
b) La ubicación de los glifos de las otras tres serpientes deja entrever que después de tres números o glifos consecutivos, la secuencia brinca tres glifos consecutivos para registrar el cuarto. Por ejemplo, en la serpiente 2 aparecen los glifos a los cuales le hemos dado los números 1, 2, 3 y se pasa al de la posición 7, al igual que en la serpiente 4, donde se registran el 4, 5, 6 e inmediatamente se pasa a registrar el 1.
c) La esquina que forman las serpientes 1 y 4 (donde terminan las colas) se forma con los glifos 4 y 9.
d) A izquierda de las dos entradas de la habitación se encuentra el glifo 1 y a la derecha el 3.
Clara Luz Díaz Oyarzábal. Arqueóloga. Doctora en estudios mesoamericanos por la UNAM. Investigadora y curadora de las colecciones teotihuacanas del MNA.
Díaz Oyarzábal, Clara Luz, “Las serpientes emplumadas de Techinantitla, Teotihuacan”, Arqueología Mexicana núm. 55, pp. 40-43.
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