El Preclásico Tardío es un periodo de seis siglos en el que se consolidan las tendencias de las fases anteriores y surgen las primeras grandes ciudades de Mesoamérica.
En los términos en que originalmente se le definió, el Preclásico Tardío era considerado un periodo “formativo” o una etapa de “desarrollo” de las grandes civilizaciones del Clásico, las cuales alcanzaron su apogeo después de 200 d.C. Asimismo, se pensaba que el rasgo esencial del Preclásico Tardío era el crecimiento continuo de sociedades pequeñas que se convirtieron en las conocidas grandes ciudades de las Tierras Bajas mayas, de Oaxaca, de Puebla y la Cuenca de México.
Las investigaciones recientes indican que algunas sociedades del Preclásico Tardío fueron mucho más avanzadas de lo que originalmente se pensaba, de tal manera que las implicaciones evolutivas de los términos “Formativo” o “Preclásico” ya no son tan precisas.
Sin embargo, el término sigue siendo útil para analizar el transcurso del tiempo y los acontecimientos históricos, así como para realizar comparaciones entre regiones. Las fechas propuestas aún parecen corresponder a acontecimientos y tendencias significativos de la Mesoamérica antigua. La fecha 400 a.C. corresponde a la caída de la civilización olmeca del Golfo y de su capital, La Venta, Tabasco, mientras que 200 d.C. señala el surgimiento de Teotihuacan como el imperio más importante de toda Mesoamérica. En el curso de seis siglos contemplamos el ascenso y colapso de muchas sociedades pequeñas, así como los desarrollos fundamentales que darían lugar, en el Clásico, a las civilizaciones maya, zapoteca, cholulteca y teotihuacana. En este momento, en las regiones en las que hasta entonces no se habían desarrollado centros ceremoniales con arquitectura formal y grandes edificios, surgieron las primeras ciudades, al tiempo que se expandían las fronteras de Mesoamérica. Al principio de este periodo muchos de los centros eran de dimensiones modestas, de entre 50 a 100 ha, con algunas plazas rodeadas de montículos. Al finalizar este periodo habían surgido verdaderos centros urbanos, entre ellos Monte Albán, Cholula y Teotihuacan, con poblaciones que superaban los 20 000 habitantes.
Breve historia
El fin del Preclásico fue un preludio del apogeo de civilizaciones mesoamericanas, como la maya, la zapoteca y la teotihuacana, en el periodo Clásico. Esas culturas comenzaron a ejercer su dominio desde al menos el año 200 d.C., a principios del Clásico Temprano.
Durante el Preclásico Tardío, esas grandes sociedades estatales e imperios evolucionaron a partir de antecesores locales, por medio de procesos de consolidación del poder y de poblamiento. El inicio de este periodo fue marcado por el colapso de la civilización olmeca de La Venta, alrededor de 400 a.C., así como por el de muchos centros relacionados con ella en Chiapas. Es así que el Preclásico Tardío puede ser convenientemente definido como el periodo de seis siglos que median entre el colapso de la hegemonía olmeca en Mesoamérica y el surgimiento de la de Teotihuacan. En ese entonces, los principales centros de poder se localizaban en las Tierras Bajas mayas, el valle de Oaxaca y el Altiplano Central. La primera mitad del periodo atestiguó un crecimiento demográfico y la expansión de Mesoamérica en nuevas regiones como Aguascalientes, Zacatecas y Durango, así como la fundación de grandes centros, sobre todo en la región de Puebla-Tlaxcala, Oaxaca y las Tierras Bajas mayas. En la segunda mitad del periodo se observa una tendencia hacia la urbanización y la consolidación de confederaciones, formadas por ciudades y pueblos en el Altiplano Central. Asimismo, aparecen indicios claros de conflicto y agresión entre entidades vecinas, como muros y fosos defensivos, y la práctica de reunir cráneos-trofeo.
Muchas de las grandes ciudades que florecieron durante el Preclásico Tardío fueron abandonadas a principios del Clásico, lo cual parece indicar que las civilizaciones de este último periodo crecieron y se desarrollaron, en gran medida, a partir del conflicto entre diversas ciudades y sociedades, producto de tensiones de muy variada índole. Descubrimientos recientes en las Tierras Bajas mayas indican que la degradación del entorno natural pudo ser una de las causas más importantes de estas rivalidades. Aunque los múltiples sitios y las zonas de interacción que se muestran en el mapa tienen su propia historia, pueden agruparse en Mesoamérica oriental y occidental, con una línea divisoria marcada por el istmo de Tehuantepec y la antigua área nuclear olmeca del sur de Veracruz. John E. Clark. Doctor en antropología. Profesor de la Universidad de Brigham Young. Director de la New World Archaeological Foundation, San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Ha participado en investigaciones arqueológicas en Chiapas por 23 años.
Richard D. Hansen. Doctor en antropología. Investigador del Instituto de Geofísica y Física Planetaria de la UCLA. Director del Proyecto de Investigación Arqueológica Regional del Norte del Petén, Guatemala.
Clark, John E. y Richard D. Hansen, “Preclásico Tardío (400 a. C.-200 d. C.). Tiempo mesoamericano IV”, Arqueología Mexicana, núm. 46, pp. 12-19.
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