Este sitio, que fue habilitado para su visita pública en años recientes, se encuentra a unos 4 km de la ciudad de Tonalá. Si bien el sitio fue habitado desde el Preclásico Tardío, su apogeo corresponde al Clásico Temprano (250-650 d.C.). En ese entonces esta ciudad, probablemente ocupada por grupos de filiación zoque, fue un importante centro en la costa de Chiapas.
La región era relevante no sólo por su propia capacidad productiva, merced a sus generosas condiciones naturales, sino por contar con una estratégica posición respecto a otras áreas mesoamericanas, lo que le permitió ser un corredor para el comercio entre ellas.
Iglesia Vieja es un asentamiento de buen tamaño que en su momento de esplendor se distribuía a lo largo de tres mesetas separadas por arroyos y contaba con más de 80 estructuras, de las cuales se han explorado y restaurado alrededor de 10, entre ellas la llamada Estructura B-1, la más grande del lugar.
El rasgo más significativo de la arquitectura de Iglesia Vieja es el uso de grandes bloques de granito, algunos de hasta dos toneladas de peso, un elemento nada común en la arquitectura mesoamericana. Otro aspecto a destacar es la existencia de un buen número de esculturas que representan hombres, animales y seres fantásticos.
Imagen: Estructura B1, Iglesia Vieja. Foto: INAH.
Esta publicación puede ser citada completa o en partes, siempre y cuando se consigne la fuente de la forma siguiente:
Arqueología Mexicana, “Iglesia Vieja”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm. 102, pp. 86-87.