Guiengola, Oaxaca, antes y después de la Conquista

Construida para detener el avance mexica

Ciudad de México, 19 de noviembre de 2021.- Derivado de trabajos de mapeo y conservación por el sismo del 7 de septiembre de 2017, se produjo el libro Guiengola, Tehuantepec. Orgullo zapoteca, del arqueólogo Enrique Fernández Davila. En esta obra, por primera vez, en 50 años, se refleja la información referente a Guiengola, ciudad prehispánica que dominó el sur del Istmo de Tehuantepec entre 1350 y 1521 d.C. El apogeo de este lugar duró dos y medio siglos previos a la conquista, y ahora se sabe que fue construido entre la selva baja y se han localizado al menos 85 unidades habitacionales, como han comprobado investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de una prospección parcial del cerro homónimo donde se asienta.

El arqueólogo Enrique Fernández Dávila comenta: “Es sabido que para 1350 d.C., cuando se funda Guiengola, la élite de gobernantes zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca, ya tenía planes para trasladarse a la región del Istmo de Tehuantepec, propiciado, en parte, por la presión que los mexicas ejercían sobre la Mixteca a fin de obtener más mano de obra y bienes, y por la propia incursión de gente de esta zona en los Valles Centrales.

Fue así que Cocijoeza, señor de Zaachila y quien dominaba Mitla, comenzó a ocupar el Istmo de Tehuantepec mediante la construcción de grandes edificaciones y espacios amurallados con accesos restringidos. Esto continuó hasta 1492. De acuerdo con las exploraciones hasta ahora realizadas, los monumentos de Guiengola revelan al menos tres etapas de construcción y un continuo ocupacional desde 1350, hasta la conquista española del Istmo”.

En 1519, cuando desembarcó la tripulación de Hernán Cortés en las costas de Veracruz, los mexicas buscaban incursionar en Tehuantepec, en búsqueda de ampliar una ruta que les llevara hasta a Guatemala para hacerse del control de la producción de cacao y de otros recursos del Soconusco. Entonces los gobernantes mexicas establecieron pactos con los zapotecas del Istmo, a través de alianzas matrimoniales, por ejemplo, el sucesor de Cocijoeza desposó a una hija de Moctezuma II, una constante que venía de los tiempos de Moctezuma I y Ahuízotl.

Una vez consumada la conquista española del Istmo, la descendencia de Cocijoeza pactó con la orden dominica, llamada a evangelizar el área, y le facilitó la edificación del Ex Convento de Santo Domingo, en Tehuantepec. Esta relación implicó el desplazamiento de otros grupos culturales de la región como los mixes, los huaves y los juchitecos originarios, entre otros.

Guiengola, Tehuantepec. Orgullo zapoteca está profusamente ilustrado con la representación de arte parietal de la región y una colección sobre los tipos cerámicos del Istmo de Tehuantepec, por épocas (elaboradas y realizadas a lápiz, tinta y acuarela por el artista plástico Jesús Heliodoro Antonio Domínguez); además se acompaña con un estudio somero de la fauna actual.

La publicación del Centro INAH Oaxaca, editada por la casa Carteles del Sur-Color Digital de Oaxaca, funde arqueología, historia y etnohistoria, a través de fuentes de los siglos XVI y XVII, las Relaciones Geográficas, los escritos póstumos de fray Francisco de Burgoa, y de viajeros y diletantes de los siglos XIX y XX. Además, incluye fragmentos de los estudios etnohistóricos de Manuel A. Hermann Lejarazu, Alfonso Caso y Marteen Jansen, entre otros estudiosos.

 

Con información de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH.