En esta fase las dimensiones del territorio mesoamericano se habían reducido notablemente. Tal vez a consecuencia de fuertes cambios climáticos, los asentamientos sedentarios de la zona norte habían sido abandonados, y en el Posclásico Tardío esa región estaba habitada por grupos nómadas a los que se llamaba chichimecas. En el ámbito mesoamericano, en tanto, como había sucedido en el periodo anterior, los aspectos militares y comerciales fueron factores fundamentales en la integración de las distintas regiones. El Posclásico Tardío se distingue también por el surgimiento y expansión de una de las entidades políticas más complejas y poderosas que haya conocido el México prehispánico: la Triple Alianza, liderada por Tenochtitlan; únicamente los tarascos y otros señoríos fueron capaces de enfrentar exitosamente sus afanes expansionistas.