Del gran desarrollo alcanzado por esta compleja sociedad son magníficos testigos los vestigios de sus principales ciudades, como Tzintzuntzan e Ihuatzio.
Muy lejos de simplemente "tener'' un cuerpo somos un cuerpo, pese a que en la sociedad occidental moderna estamos acostumbrados a pensar en él como simple accidente de la naturaleza.
A estas plantas se les ha llamado plantas mágicas, plantas para hablar con los dioses, plantas que producen el éxtasis o plantas que trastocan los sentidos y modifican la percepción de la realidad.