Los insectos comestibles

Enrique Vela

En México las especies aprovechadas han sido numerosas, y ello ha tenido mucho que ver con la diversidad de ecosistemas en que esas especies se asientan. Generalmente la ingestión de insectos está asociada a aquellas especies cuyas poblaciones son elevadas, que se encuentran en gran número, cuya localización y recolección son simples y cuya presencia, aunque intermitente, es constante. Por ello, los que más se consumen son aquellos insectos denominados sociales (abejas, avispas, hormigas y termitas); los que presentan algún tipo de gregarismo (mariposa monarca, chapulines y chinches); algunas especies de insectos acuáticos, o los que se encuentran en sitios de agregación; aquellos que se desarrollan en conjunto porque los padres ahí dejaron los huevecillos (gusano de los palos, gusano del nopal, gusano del maguey, los pescaditos), o incluso aquellas especies que constituyen plagas (gusanos de maíz, chapulines).

La disponibilidad de los insectos comestibles depende de la estación del año, del lugar de que se trate y de la gente que ahí habite.